Blogia
El fin de los días grises

Ironías de la vida

Sigo viva. Al menos respiro.

El puente es para mí un descanso en la búsqueda de trabajo, y una breve excusa para durante unos días no seguir martilleando mi cabeza con ofertas absurdas, mitad timo, mitad abuso, ofertas que me hacen creer que soy una inútil que ya no sirve para trabajar.

Son las seis de la tarde. Estoy sola en casa, en un día que ha amanecido soleado y hasta templado (25º marcaba el termómetro de la esquina) y que deviene en noche fría. Es sólo una apreciación.

No tengo rutinas, no tengo orden, por no tener no tengo ni obligaciones, sólo anarquía, hasta en la casa, en la que me he rebelado y he decidido que los días en que estaré sin compañera serán días en los que la limpieza no debe obsesionarme.

Me ha atrapado el silencio, lo he cambiado por la música de Madonna, su increíble “Hung up”. Las discusiones eternas de los ex - concursantes, familiares y parásitos de Gran Hermano, han sucumbido a la brillante tecla del “mute”, uno de los grandes inventos del siglo pasado.

Cuando ese silencio sólo se interrumpe por el lejano ladrido de un perro en la calle, que asciende hasta mi noveno piso y traspasa mis dobles ventanas, vuelvo a la realidad, entro en mi mundo interior, aquel en el que tanto habité y que ahora está algo abandonado. Aquel que me proporcionó incontables momentos de lucidez y tremendos pensamientos filosóficos.

Eran otros tiempos, yo era más habladora, más luchadora, más soñadora, más amiga. Ahora soy más ermitaña, más solitaria, más huraña, más enemiga. Ahora no soy la misma que regalaba sonrisas a cambio de nada. Ahora las sonrisas se esconden detrás de mi boca.

No voy a buscarme otra vez, ya lo he hecho muchas veces. Me acostumbraré a vivir con esta a la que veo cada mañana en el espejo. Esta que rezuma más maldad y mala leche, y que pese a no pedirlo necesita más manos amigas que nunca. Ironias de la vida…

2 comentarios

cristian -

animo!.vas por tu camino

Helena -

No escondas tu sonrisa... hay gente que la necesita...

Un beso.