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El fin de los días grises

Amor se llama el juego...

En la oscuridad todos somos negros.

Y después de esta frase tan, tan, tan sin venir a cuento, os dejo la letra de una de mis canciones favoritas.

Se me olvida muchas veces que lo es, pero cada vez que llegan a mí las primeras notas pienso en mi amigo M., quien me la grabó en una cinta (la primera cinta intercambio de nuestra amistad), me imagino la ciudad de Granada, y me entristezco al pensar en las rutinas, en el desamor, o lo que es peor: en el amor llevado a la nada.

Gracias Sabina por poner palabras a un sentimiento:

Hace demasiados meses
que mis payasadas no provocan tus
ganas de reir
no es que ya no me intereses
pero el tiempo de los besos y el sudor
es la hora de dormir

Duele verte removiendo
la cajita de cenizas que el placer
tras de si dejó
mal y tarde estoy cumpliendo
la palabra que te di cuando juré
escribirte una canción

Un Dios triste y aburrido nos castigó
por trepar juntos al árbol
y atracarnos con la flor de la pasión
por probar aquel sabor.

El agua apaga el fuego
y al ardor los años
amor se llama el juego
en el que un par de ciegos
juegan a acerse daño
Y cada vez peor
y cada vez más rotos
y cada vez más tú
y cada vez más yo
sin rastro de nosotros.

Ni inocentes ni culpables
corazones que destroza el temporal
carnes de cañón
no soy yo ni tú ni nadie
son los dedos miserables que le dan
cuerda a mi reloj

Y no hay lágrimas que valgan para volver
a meternos en el coche
donde aquella noche en pleno carnaval
te empecé a desnudar.

El agua apaga el fuego
y al ardor los años
amor se llama el juego
en el que un par de ciegos
juegan a acerse daño
Y cada vez peor
y cada vez más rotos
y cada vez más tú
y cada vez más yo
sin rastro de nosotros.

1 comentario

Helena -

Gracias a ti por poner tus canciones por aquí...

Por cierto, de día pasa lo mismo pero muchos no lo saben...;)

Un beso.