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El fin de los días grises

A mí no me molestan

¿Quién me iba a decir a mí que viendo el capítulo 14 de Prison Break iba a abrir la caja de los truenos?

Es decir, una noche de viernes, muy agradable, después de cenar, con D. en el sillón, ponemos el susodicho capítulo de la serie y en un momento: plas!!! La hecatombe!!!

Una asociación de ideas y recuerdos que estaban ocultos en el hueco más recóndito de mi corazón, guardados bajo mil llaves de olvido, aparecen con total nitidez. Y con esos recuerdos las lágrimas, el dolor, la tristeza, el abatimiento.

Es increíblemente sorprendente la mente humana. Esa capacidad inconsciente que tenemos de borrar los recuerdos más dolorosos de nuestra vida, o al menos de no mostrarlos con detalle fotográfico.

Anoche aparecieron, y ya no se van de la misma manera. De hecho se han quedado marcados, han tomado asiento en mi sillón del salón y ven la tele junto a mí. Sé que es cuestión de tiempo, como vienen se van, o eso espero, pero me llama mucho la atención ese instinto humano.

Escribo poco antes de irme a trabajar, mientras por debajo de mi casa no paran de pasar carretas con destino al Rocío, o eso al menos me parece a mí, poco docta en estas lides.

Es un espectáculo curioso, al menos si – como es mi caso- es la primera vez que observas algo así.

Pues que lleven buen camino, que lleguen y bien y disfruten de su creencia, vida, estilo, o lo que sea. A mí no me molestan.

2 comentarios

Helena -

Como dices tú los recuerdos vienen y van, no son tan controlables como nosotros quisiéramos, pero nos vamos apañando para acumular más recuerdos buenos que echen del sillón a los malos recuerdos...

Un beso.

M -

Gran serie Prison Break!, me alegra que te hayas enganchado!... aunque no sabes dónde te estás metiendo!... hay segunda temporada!