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El fin de los días grises

Los nervios previos

Me encanta que mi vida se reparta entre dos ciudades tan bellas, intensas y distintas como Málaga y Madrid.

Nada que ver las gentes de uno y otro lado, ni el tiempo, ni el estilo de vida.

Y me fascina la capacidad de adaptación tan grande de la persona. Cambiar el caos por la paciencia, la prisa por la lentitud, el viento por el sol constante.

Me siento orgullosa de esto que por un lado me vino dado y por otro forma parte de mi decisión.

Quizás desde ahora me tenga que definir como "madrigueña".

En fin, que sólo es una previa, que venía aquí a contar que espero con ansiedad que lleguen las nueve de la noche. Me da igual ganar o perder (este equipo no me contagia nada bueno desde hace mucho), pero el sólo hecho de tener la suerte de acudir un año más a ver el clásico me parece suficiente.

Los focos encendidos, la lluvia reflejada, el verde césped, la ilusión de quienes acuden por primera vez, los cientos de flashes disparados a la salida de los equipos, el himno estruendoso, y la esperanza de llevar en volandas a tu equipo al triunfo ante el eterno rival.

EDITO: 00:00. Llueve en Madrid, pero hay una ilusión retomada. Así de superficial es el fútbol... y yo feliz!!!
Con el 2-0 me vuelvo a Málaga con otra cara. De felicidad.

2 comentarios

Toperro -

Tienes suerte de vivir ese partido en directo la verdad, yo tengo ganas de ir algún día a uno. Afortunadamente ganamos y así chinchamos a Helena un ratito. Ya sé que llevo tiempo sin pasar por aquí pero veo que te va todo bien y me alegro...ahora incluso te comprendo mejor con eso de estar entre dos ciudades y tener a quién más quieres a cierta distancia :)

Besos, cuídate y saluda a Dani

Helena -

Me gusta esa sensación, más bien me encanta, esos nervios antes de un partido, son geniales, los disfruto como parte de la ceremonia...

Enhorabuena...

Un beso.