Todo se verá, aunque sea sin fotografías...
Me dice M. que echa de menos las fotografías en mi blog.
Y tiene razón. Yo también las echo de menos.
Pero os explico cómo es mi manera de conectarme a internet en los últimos cuatro meses. O voy a casa de D. (generalmente un día a la semana) o me conecto a través del Wifi de su ordenador en un rinconcito de mi casa. Sí, ni mi ordenador que también tiene Wifi- coge la señal, ni se puede una conectar desde cualquier lado.
Así que como veis es todo bastante limitado. Mis instantes con acceso a la red son mínimos, y he de aprovecharlos al máximo. Por eso intento escribir alguna cosa de forma eventual, pero no puedo pararme a seleccionar las fotos que me gustarían.
Me encantaría haber puesto alguna foto de mi sobrino Álex, cada día más bonito; o alguna foto increíblemente bella de Las Rotas hechas hace poco, o de la boda de N., o de mis amigos, de mi madre, de mi vida pero no puedo, lo siento, no es falta de voluntad, es falta de posibilidad
Estoy analizando y estudiando el poner internet en casa, con llamadas y demás, para poder hablar con más gente por menos dinero, pero tengo que valorar si podría llevar entonces un nivel de vida razonable o volver a lo de hace unos meses, que la verdad no me apetece demasiado.
También yo echo de menos algunas cosas en mi blog. Más historias y menos pensamientos. Más anécdotas, más profundidad, más alegría, más tristeza, más Diana y su gente pero no estoy. Quizás como a M. también me ocurre, cada día soy menos exterior, olvido que vivo con más personas. Soy más oscura, menos comunicativa, y extrañamente más feliz.
Pero añoro en determinados momentos volver a aquello. Añoro mi blog de los inicios. Añoro cómo escribía entonces, cómo abría mi corazón a este pequeño diario en el aire.
No sé, quizás todo aquello vuelva. La melancolía, como todo, puede llamar a mi puerta y reclamar mi atención.
Todo se verá, aunque sea sin fotografías
1 comentario
Helena -
Un beso.