La desubicación

Sin embargo, he pensado de nuevo en Istanbul y se me ha quitado toda la tontería, al menos por unos momentos. Me he sentido como si estuviera en la explanada que hay entre Santa Sofía y la Mezquita Azul, a media tarde, sentada, oyendo al turco de turno ofrecerme té (chai, chai, chai, que dirían mis amigos).
Y me ha gustado esa sensación de viajar con la mente, de soñar un poquito más, de seguir durmiendo pese a estar despierta, con las manos frías y sin ganas de nada.
Menos mal que sólo me quedan ya 3 horas para irme. Sólo tres horas y podré encontrarme de nuevo con el calor de mi casa y la paz de mi sillón, jaja.
Qué suerte todos aquellos que hoy disfrutan de sus vacaciones... debe ser que la edad no perdona, pero yo ya no puedo con este ritmo.
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niña triste -