La desubicación
Me ha resultado difícil levantarme hoy. Abrir los ojos, saber que es viernes y que tengo que venir a trabajar, pese a no tener trabajo porque terminé lo mío hace 2 semanas. Y sin embargo aquí estoy, con los ojos cansados, con dolor de cabeza, con los ánimos escondidos y con la rabia de ver que tus compañeros de trabajo no han tenido la misma conciencia que tú, y como los jefes no están aquí, no se han dignado a llegar todavía. La cara de imbécil es mayor aún...
Sin embargo, he pensado de nuevo en Istanbul y se me ha quitado toda la tontería, al menos por unos momentos. Me he sentido como si estuviera en la explanada que hay entre Santa Sofía y la Mezquita Azul, a media tarde, sentada, oyendo al turco de turno ofrecerme té (chai, chai, chai, que dirían mis amigos).
Y me ha gustado esa sensación de viajar con la mente, de soñar un poquito más, de seguir durmiendo pese a estar despierta, con las manos frías y sin ganas de nada.
Menos mal que sólo me quedan ya 3 horas para irme. Sólo tres horas y podré encontrarme de nuevo con el calor de mi casa y la paz de mi sillón, jaja.
Qué suerte todos aquellos que hoy disfrutan de sus vacaciones... debe ser que la edad no perdona, pero yo ya no puedo con este ritmo.
Sin embargo, he pensado de nuevo en Istanbul y se me ha quitado toda la tontería, al menos por unos momentos. Me he sentido como si estuviera en la explanada que hay entre Santa Sofía y la Mezquita Azul, a media tarde, sentada, oyendo al turco de turno ofrecerme té (chai, chai, chai, que dirían mis amigos).
Y me ha gustado esa sensación de viajar con la mente, de soñar un poquito más, de seguir durmiendo pese a estar despierta, con las manos frías y sin ganas de nada.
Menos mal que sólo me quedan ya 3 horas para irme. Sólo tres horas y podré encontrarme de nuevo con el calor de mi casa y la paz de mi sillón, jaja.
Qué suerte todos aquellos que hoy disfrutan de sus vacaciones... debe ser que la edad no perdona, pero yo ya no puedo con este ritmo.
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niña triste -