Tirando de una cuerda
Tenía pensado abandonar este blog durante unos días, el tiempo suficiente para reflexionar sobre esa repentina fase insociable en la que me he visto inmersa. Pero un "caramelo de colores", cuyo nombre empieza por C. y su texto me ha hecho cambiar de opinión de golpe.
Hay tanta gente con la que hoy me apetecería salir a tomar algo, haber compartido un aburrido partido de fútbol de la Eurocopa, horas y horas de silencio que podríamos haber llenado de palabras y gestos.
Son personas que están lejos, personas que estando cerca se van alejando, personas que viviendo en mi ciudad no llamas por no importunar.
Un trago de agua fría (en esa botella del recuerdo de abril) y las ideas se refrescan también. Esa llamada de quien ilumina mis días y todo vuelve a girar de manera lógica. Un mensaje de mi hermano desde Londres, avisándome que está trabajando en un pub de ambiente allí, y la sonrisa se posa en mi cara. Tengo razones, tengo motivos para la esperanza. Mi presente es ilusionante, quizás sólo mi trabajo oscurece un poco los días.
Mañana sin embargo tengo la posibilidad de volver a sacarme una espina en ese terreno, y por ello esta noche quiero estar tranquila, volar con la imaginación, soñar mil planes con D., organizar una agenda para ver a aquellos que me buscan entre las sombras.
Escucho Bebe, su canción "El golpe", pero me gustaría dejar una recomendación: "Lunes por la madrugada" de Los Abuelos de la Nada, un grupo mítico argentino, donde mi admirado Andrés Calamaro tocó los teclados, otro de esos grupos argentinos que componen mi banda sonora, pero ese será un tema que será contado en otra ocasión. ¿No es genial esta frase: "En la oscuridad te busco a vos, quizás hoy sí te pueda encontrar, más allá de toda pena siento que la vida es buena hoy"?
Hay tanta gente con la que hoy me apetecería salir a tomar algo, haber compartido un aburrido partido de fútbol de la Eurocopa, horas y horas de silencio que podríamos haber llenado de palabras y gestos.
Son personas que están lejos, personas que estando cerca se van alejando, personas que viviendo en mi ciudad no llamas por no importunar.
Un trago de agua fría (en esa botella del recuerdo de abril) y las ideas se refrescan también. Esa llamada de quien ilumina mis días y todo vuelve a girar de manera lógica. Un mensaje de mi hermano desde Londres, avisándome que está trabajando en un pub de ambiente allí, y la sonrisa se posa en mi cara. Tengo razones, tengo motivos para la esperanza. Mi presente es ilusionante, quizás sólo mi trabajo oscurece un poco los días.
Mañana sin embargo tengo la posibilidad de volver a sacarme una espina en ese terreno, y por ello esta noche quiero estar tranquila, volar con la imaginación, soñar mil planes con D., organizar una agenda para ver a aquellos que me buscan entre las sombras.
Escucho Bebe, su canción "El golpe", pero me gustaría dejar una recomendación: "Lunes por la madrugada" de Los Abuelos de la Nada, un grupo mítico argentino, donde mi admirado Andrés Calamaro tocó los teclados, otro de esos grupos argentinos que componen mi banda sonora, pero ese será un tema que será contado en otra ocasión. ¿No es genial esta frase: "En la oscuridad te busco a vos, quizás hoy sí te pueda encontrar, más allá de toda pena siento que la vida es buena hoy"?
3 comentarios
Carolina -
Mil besos
Stipey -
Era quien le hacía antes los coros :)
Sç -