Un crespón negro
Acostumbramos a frivolizar con la vida 24 horas al día prácticamente, casi los 365 días del año, incluso 366 si es bisiesto, y a veces la vida nos responde a esa frivolidad con una bofetada en el alma, de esas que te duelen durante bastante tiempo.
Tengo la mala suerte de coger siempre el teléfono en el momento más inoportuno. Hoy no debería haber contestado, tendría que haber estado ya en la calle, camino de mi noche de reencuentro, de una noche frívola a más no poder. Pero el teléfono de casa ha sonado
Ring, ring
- Sí?
- E.? (voz de una mujer, mi tía, llorando)
- No, soy D., E. no está.
- D., J. se ha muerto, le ha dado un infarto.
- Cómo?
... silencio eterno ...
Sólo lágrimas. No necesitaba oir más. Lloro por J., por supuesto, pero lloro sobre todo por su mujer, por sus hijas (una de ellas ahora mismo en Italia de viaje de novios) y lloro por mi madre, a 450 kms de aquí y recibiendo por teléfono y con mi voz temblorosa la noticia de que su cuñado se ha muerto. Lo que además le hace volver a los días más oscuros de nuestras vidas.
Querría estar con mi madre en estos momentos, ves como iba a echar de menos a mi hermano? Sus palabras, su voz, su abrazo.
Si no están ninguno de ellos, prefiero quedarme sola, distraerme si es que puedo, negarme rotundamente a ir a un tanatorio, porque me he vuelto egoísta y por encima de todo está mi salud, mi mente, mi corazón, y yo ya no puedo ir sola a un tanatorio sin hundirme completamente.
La vida es frívola, sólo deja de serlo en el momento de la muerte.
Hoy no puedo seguir frivolizando, es ese día del año en el que se rompen las reglas: no, este año no frivolizaré todos los días.
D.E.P. J.
Tengo la mala suerte de coger siempre el teléfono en el momento más inoportuno. Hoy no debería haber contestado, tendría que haber estado ya en la calle, camino de mi noche de reencuentro, de una noche frívola a más no poder. Pero el teléfono de casa ha sonado
Ring, ring
- Sí?
- E.? (voz de una mujer, mi tía, llorando)
- No, soy D., E. no está.
- D., J. se ha muerto, le ha dado un infarto.
- Cómo?
... silencio eterno ...
Sólo lágrimas. No necesitaba oir más. Lloro por J., por supuesto, pero lloro sobre todo por su mujer, por sus hijas (una de ellas ahora mismo en Italia de viaje de novios) y lloro por mi madre, a 450 kms de aquí y recibiendo por teléfono y con mi voz temblorosa la noticia de que su cuñado se ha muerto. Lo que además le hace volver a los días más oscuros de nuestras vidas.
Querría estar con mi madre en estos momentos, ves como iba a echar de menos a mi hermano? Sus palabras, su voz, su abrazo.
Si no están ninguno de ellos, prefiero quedarme sola, distraerme si es que puedo, negarme rotundamente a ir a un tanatorio, porque me he vuelto egoísta y por encima de todo está mi salud, mi mente, mi corazón, y yo ya no puedo ir sola a un tanatorio sin hundirme completamente.
La vida es frívola, sólo deja de serlo en el momento de la muerte.
Hoy no puedo seguir frivolizando, es ese día del año en el que se rompen las reglas: no, este año no frivolizaré todos los días.
D.E.P. J.
3 comentarios
Coração Vagabundo -
nastrud -
Stipey -
Es triste perder a alguien que se quiere, un familiar, un amigo, un ser querido, es triste y a la vez muy doloroso.
Te acompaño en el sentimiento e intenta aliviar el dolor de la mejor manera posible...
Un fuerte abrazo
Rafa