1 de julio
Hoy es un día bonito. Los jueves son mi día favorito de la semana. Siempre, desde que era pequeña, lo han sido. Era el día en que teníamos gimnasia, y eso me gustaba, y era el día antes de saber que se acababan las clases. Los viernes siempre eran días más ligeros. Y desde entonces, desde esos años de colegio, siempre he pensado igual. Los jueves son el preludio del fin de semana, días hermosos.
Hoy hace un año que fui al concierto de los Hombres G en Las Ventas, con D., A., S., S. y L. También hoy hace un año que hablé por última vez con L. (S.), ella lo decidió así, nunca supe porqué. Recuerdo aquel día, por la mañana en una rueda de prensa con mi hermano, acabamos "contentillos" con los mojitos que nos ofrecieron. Un día de calor, aunque ni mucho menos tan sofocante como el que hace hoy. La noche fue preciosa, un poco fresca incluso, con la música de Hombres G ante 15.000 personas.
Pero lo verdaderamente importante para mí es que hoy, hace ya muchos más años de los que a él le gusta reconocer, mi hermano nació en Madrid. Y hoy, por primera vez en mi vida, no tengo a nadie de mi familia cerca para celebrarlo. Vaya, que tampoco se acaba el mundo, pero me da un poco de pena, también me pasará lo mismo el domingo, que es el cumpleaños de mi madre, en fin, esperemos desquitarnos cuando estemos juntos en agosto y pegarnos una buena comilona en Denia.
Recuerdo hace años, cuando aún era una estudiante, cómo el día 1 de julio era el día más esperado del año, porque por fin me iba de vacaciones. Subía al coche de mi padre, me ponía mi walkman y me tiraba todo el viaje pensando en las personas que me encontraría en la playa. A mis amigos de cada año, a esa gente que a fuerza de compartir tantas horas seguidas durante 15 o 30 días, se convertían en tus mejores amigos. En dos casos así fue. P. y E. no son sólo amigas de las vacaciones, sería injusto decir eso cuando hemos compartido tanto juntas. He estado con ellas en sus casas, en Oviedo y en Valencia, he convivido con su familia, han convivido con la mía. Son personas muy muy cercanas, de las que quizás no hablo mucho, pero con las que siempre he contado, siempre. Incluso, mejor dicho: sobre todo en los peores momentos. Me gustaba llegar por eso a Denia, encontrarlas, pasar esas tardes en la piscina y en la playa, ir a Las Rotas de visita, salir por las noches en Las Brisas o en Les Fonts, beber esos chupitos "regalo" de E., ir al cine, tomar un helado en nuestra heladería, la mejor del mundo. Compartir tantos momentos, tantas tantas risas, es bello haber encontrado a dos personas incondicionales, nunca mejor dicho, porque hay distancia, hay silencios, sin embargo en este caso gana el cariño y la amistad.
No sé si este año nos veremos en Denia, sería raro que no fuera así, pero al menos confío en verlas en algún lado. A P. puede que en Madrid, a E. quizás allí, quizás en Valencia... nuestros encuentros son como aquellos que tienes con alguien a quien ves a diario, y eso es tan lindo. He tenido suerte de llegaros a conocer, cantemos cualquiera de esas canciones que tanto nos gustaban, que tanto nos decían. Os quiero.
Hoy hace un año que fui al concierto de los Hombres G en Las Ventas, con D., A., S., S. y L. También hoy hace un año que hablé por última vez con L. (S.), ella lo decidió así, nunca supe porqué. Recuerdo aquel día, por la mañana en una rueda de prensa con mi hermano, acabamos "contentillos" con los mojitos que nos ofrecieron. Un día de calor, aunque ni mucho menos tan sofocante como el que hace hoy. La noche fue preciosa, un poco fresca incluso, con la música de Hombres G ante 15.000 personas.
Pero lo verdaderamente importante para mí es que hoy, hace ya muchos más años de los que a él le gusta reconocer, mi hermano nació en Madrid. Y hoy, por primera vez en mi vida, no tengo a nadie de mi familia cerca para celebrarlo. Vaya, que tampoco se acaba el mundo, pero me da un poco de pena, también me pasará lo mismo el domingo, que es el cumpleaños de mi madre, en fin, esperemos desquitarnos cuando estemos juntos en agosto y pegarnos una buena comilona en Denia.
Recuerdo hace años, cuando aún era una estudiante, cómo el día 1 de julio era el día más esperado del año, porque por fin me iba de vacaciones. Subía al coche de mi padre, me ponía mi walkman y me tiraba todo el viaje pensando en las personas que me encontraría en la playa. A mis amigos de cada año, a esa gente que a fuerza de compartir tantas horas seguidas durante 15 o 30 días, se convertían en tus mejores amigos. En dos casos así fue. P. y E. no son sólo amigas de las vacaciones, sería injusto decir eso cuando hemos compartido tanto juntas. He estado con ellas en sus casas, en Oviedo y en Valencia, he convivido con su familia, han convivido con la mía. Son personas muy muy cercanas, de las que quizás no hablo mucho, pero con las que siempre he contado, siempre. Incluso, mejor dicho: sobre todo en los peores momentos. Me gustaba llegar por eso a Denia, encontrarlas, pasar esas tardes en la piscina y en la playa, ir a Las Rotas de visita, salir por las noches en Las Brisas o en Les Fonts, beber esos chupitos "regalo" de E., ir al cine, tomar un helado en nuestra heladería, la mejor del mundo. Compartir tantos momentos, tantas tantas risas, es bello haber encontrado a dos personas incondicionales, nunca mejor dicho, porque hay distancia, hay silencios, sin embargo en este caso gana el cariño y la amistad.
No sé si este año nos veremos en Denia, sería raro que no fuera así, pero al menos confío en verlas en algún lado. A P. puede que en Madrid, a E. quizás allí, quizás en Valencia... nuestros encuentros son como aquellos que tienes con alguien a quien ves a diario, y eso es tan lindo. He tenido suerte de llegaros a conocer, cantemos cualquiera de esas canciones que tanto nos gustaban, que tanto nos decían. Os quiero.
2 comentarios
Coração Vagabundo -
Ardelia -
Lo mejor del verano, vaya recuerdos!!