Vuelvo
Han sido siete días en los que parece que se ha borrado todo rastro de mí, y sin embargo he estado más viva que nunca.
Vuelvo a mi weblog, vuelvo a mi habitación vacía, el silencio de mi casa y el ruido de mis teclas.
Vuelvo a subir sola en un ascensor, a comer delante de la tele un plato que he cocinado sin mucho interés, sólo para mí.
Vuelvo a comprar el pan, vuelvo a estar "presente", vuelvo al msn, vuelvo a ver la televisión, vuelvo a dormir sola.
He vivido siete días a todo tren, he sentido como nunca había sentido, he soñado, volado, saltado al vacío, he hecho cosas que nunca antes habría imaginado. Me he recorrido 1200 kms para ver a varios grupos que hasta ahora nunca habría pensado que me llamarían. He pisado tierras gallegas, he visto peregrinos, he comido tarta de Santiago, he escuchado el acento cantarín de los gallegos (qué grande esa frase de D.: "está todo lleno de Israeles", él y yo nos entendemos...).
He dormido en mi coche, he pasado miedo por el "loco", he visto a C. y a I. en el Monte do Gozo.
He compartido horas tras horas mi tiempo con la persona que me está enseñando una nueva forma de tomarme la vida.
Me voy conociendo, en las buenas y en las malas, voy creciendo creo, sigo siendo la misma, eso no cambia, abandono mis temores y compro algunos nuevos. Me lanzo más a la piscina, me siento más feliz conmigo misma, me frustro en demasía y sonrío con frecuencia.
Muse, Bob Dylan, The Cure, Echo & The Bunnymen, son artistas que ahora forman parte de la BSO de mi vida. El entonrno era el propicio para dejarse llevar por la música, cerrar los ojos, taparte la cara, y seguir volando.
He vuelto con cosas maravillosas en mi interior, centenares de recuerdos, y una soledad que me asusta. Pero eso forma parte de la vida, de la nuestra ahora mismo, y con pensar en su sonrisa y en su mirada tengo suficiente para seguir luchando. Gracias por siete días perfectos...
Vuelvo a mi weblog, vuelvo a mi habitación vacía, el silencio de mi casa y el ruido de mis teclas.
Vuelvo a subir sola en un ascensor, a comer delante de la tele un plato que he cocinado sin mucho interés, sólo para mí.
Vuelvo a comprar el pan, vuelvo a estar "presente", vuelvo al msn, vuelvo a ver la televisión, vuelvo a dormir sola.
He vivido siete días a todo tren, he sentido como nunca había sentido, he soñado, volado, saltado al vacío, he hecho cosas que nunca antes habría imaginado. Me he recorrido 1200 kms para ver a varios grupos que hasta ahora nunca habría pensado que me llamarían. He pisado tierras gallegas, he visto peregrinos, he comido tarta de Santiago, he escuchado el acento cantarín de los gallegos (qué grande esa frase de D.: "está todo lleno de Israeles", él y yo nos entendemos...).
He dormido en mi coche, he pasado miedo por el "loco", he visto a C. y a I. en el Monte do Gozo.
He compartido horas tras horas mi tiempo con la persona que me está enseñando una nueva forma de tomarme la vida.
Me voy conociendo, en las buenas y en las malas, voy creciendo creo, sigo siendo la misma, eso no cambia, abandono mis temores y compro algunos nuevos. Me lanzo más a la piscina, me siento más feliz conmigo misma, me frustro en demasía y sonrío con frecuencia.
Muse, Bob Dylan, The Cure, Echo & The Bunnymen, son artistas que ahora forman parte de la BSO de mi vida. El entonrno era el propicio para dejarse llevar por la música, cerrar los ojos, taparte la cara, y seguir volando.
He vuelto con cosas maravillosas en mi interior, centenares de recuerdos, y una soledad que me asusta. Pero eso forma parte de la vida, de la nuestra ahora mismo, y con pensar en su sonrisa y en su mirada tengo suficiente para seguir luchando. Gracias por siete días perfectos...
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