Blogia
El fin de los días grises

Morir de siesta

Morir de siesta Constipada, con los ojos cansados, la tele de fondo, sin sonido, vomitando imágenes de Madrid nevada, oyendo a los Héroes, con ganas de escribir, pero sin un tema del que hacerlo.
Esa soy yo hoy.
Pensaba salir esta mañana a hacer unos recados, pero nada más despertar he pasado por delante de mi ventana y he visto un brillo extraño. He dado la vuelta sobre mis pasos y he mirado a través de la ventana. Blanca, mi ciudad era completamente blanca esta mañana. Y me he acordado de D., y también de N., con quienes el domingo hablaba acerca de la nieve. No es que yo haya visto muchas veces nevar en Madrid, pero sí he tenido esa suerte que a D. se le niega por vivir en una ciudad costera y con un clima privilegiado.
El caso es que la pereza me ha invadido y he decidido que los recados los haré mañana, hoy me tapo bajo mi manta, y me dispongo a vivir la vida de relax que todos merecemos.
Decidido, si nada se complica el día 3 iré a Málaga para establecerme definitivamente. Sí, es mi fecha marcada, y pocas cosas pueden hacer que no se lleve a cabo ese sueño tan meditado.
En marzo, de todos modos, andaré entre Madrid y mi nueva ciudad, muchas cosas que solucionar aún, parece mentira.
Una conversación esta mañana me ha hecho corroborar ciertas opiniones que ya tenía sobre otra persona... y bueno, confirmar que hay personas en esta vida que viven acomplejadas en su entorno y necesitan de un espacio virtual para intentar llegar al resto. Yo me entiendo... disculpen las molestias.

1 comentario

Helena -

Yo también hago eso...no, lo de la siesta es un lujo que no me puedo permitir y no vale que tú la disfrutes por mí, pero bueno disfruta que te quedarán pocas...jaja...digo que yo aprovecho tu espacio virtual y tus palabras para llenar alguno de mis huecos...con todos no puedes...ya me gustaría...
Suerte en ese viaje...no sé para que te digo esto, ya sabes tú que la tienes contigo...
Besos.Adios