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El fin de los días grises

Hasta siempre

Esperas la llamada durante días. Llega por la noche, siempre estas cosas parecen suceder a la misma hora.

Oigo a mi madre hablar, con voz pausada, relajada. Cuelga el teléfono.

Me acerco a su habitación y le pregunto.

"Ya está". Me contesta.

Mi abuela ha muerto, y sin embargo no me siento tan mal como debiera, quizás porque nuestra relación nunca fue muy agradable, y desde hace tres años y medio (cuando murió mi padre) era inexistente.

Y por lo que peor me siento -egoísta de mí- es por no ser capaz de soltar ni una lagrimita, por no tener en el pecho el dolor que siempre he sentido con estas noticias.

Pero es que ya era muy mayor, ya había sufrido demasiado y esta noticia la veo como una liberación para mi tía, que desde siempre estuvo atada o colgada a sus faldas, quisiera o no.

No ha sido un agradable despertar, ni será un bonito atardecer.

La gente se muere, hoy le ha tocado a mi abuela, y sé que durante el día, durante el resto de días, irán cambiando mis sentimientos, porque por mucho que parezca fría, distante, no lo soy.

Simplemente las familias son así, los cariños no se marcan por un grado familiar.

D.E.P. abuela.

4 comentarios

Toperro -

Que descanse en paz, te acompaño en el sentimiento.

Ro -

Te entiendo perfectamente.
Mi madre es adoptada, y aunque conozco a mi abuela biológica no siento nada por ella...
El roce lo hace el cariño, la cercanía, no el parentesco.

En cualquier caso, lo siento mucho.

Helena -

Te entiendo, yo tuve esa sensación cuando falleció mi abuela, peor aún, era abuela postiza, realmente era tía de mi madre y yo nunca la había llegado a sentir como tal.
Ese sentimiento no es egoísta, es miedo a no sentir, nada más...

Un beso.

Dani -

Descanse en paz siempre.