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El fin de los días grises

Como una promesa eres tú...

Como una promesa eres tú…

… como una mañana de verano.

Resulta que me siento bien, pero pensativa. Resulta que he estado reflexionando acerca de la importancia de las pequeñas casualidades, de las pequeñas anécdotas de la vida.

Si no hubiera conocido al impresentable y fácilmente olvidado A. en un foro de A.C. quizás nunca hubiera conocido a D. (fue Bersuit la excusa, y yo nunca habría mostrado interés en este grupo si alguien no me lo hubiera dicho).

Si no hubiese conocido a D. nunca habría vivido en Málaga ni habría pensado en trabajar como teleoperadora. (más sobre la casualidad en http://www.buscandounideal.com/?p=60)

Volviendo a otra época de mi vida. Si no hubiéramos ido a Aranjuez aquel lejano 9 de noviembre quizás R. y yo nunca habríamos hablado más de cinco minutos en clase, y entonces hoy en día no tendría un sobrino tan maravilloso, precioso y querido como Álex. Y jamás me habría encontrado en el camino con M.

O quizás ninguna de esas cosas habrían pasado pero de un modo u otro nos habríamos acabado encontrando. Porque quizás existe el destino, un destino oscuro, manipulador de marionetas, que nos mueve en este escenario que es la vida. No lo sé. Quiero pensar que mi destino está marcado en cuanto a compartir mi vida con quienes la comparto. Quiero creer que mi destino era coger un teléfono para solucionar un canje a un cliente. Prefiero pensar que ese destino también lo diseño yo con pequeños esbozos sobre un papel imaginario.

Cojo mi lapicero, el folio en blanco, y marco mis trazos. Hoy sé que dormiré sola, porque así toca, pero el destino ha querido que haya gente que piensa en mí, que me quiere, que son mi alimento diario, aunque estemos tan lejos que el abrazo no llega.


2 comentarios

Helena -

La vida es un quizás y nosotros vamos cambiando cada quizás por una certeza...

Un beso.

M -

pues si, fijate lo que son las casualidades, por un movimiento del destino estás en malaga, más cerca que nunca y cuando menos nos vemos, por otro golpe del destino, la niña baja de madrid también y pisa algunas de las provincias, y en la que menos se puede quedar es en granada y malaga ni la puede tocar, lo que es el destino...
quizás ahora se están creando otros conocidos, otros destinos y yo le doy vueltas a estas cosas que no tienen mucha importancia...
bueno, vamos a ver qué nos depara el destino, dónde se nos quedan las piezas en otro golpe de aire, porque siempre dejamos la ventana abierta...
Muchos besos