Cuando llega la luz
Por primera vez en muchas semanas puedo abrir la ventana de la habitación y dejar que el aire te golpee sin pasar frío.
Despacito, sin aturullarse, la primavera se va instalando.
Ya caen los primeros helados (ese inimitable de Kinder de la Inma, mmm), los primeros paseos por la playa sin tener que abrigarte, los primeros rayos de sol que te llenan de vitalidad.
Y cuando todo eso cae, como una señal, el que cae es mi coche, jaja.
Sí, lo he tenido que dejar a arreglar, bueno, mejor dicho a adecentar, para que le cambien las cerraduras, le pongan una antena y le pongan un limpiaparabrisas trasero. Y ya de paso que le quiten una abolladura del lateral del conductos (que todo sea dicho, no he hecho yo).
Y es que sí, lo tengo muy abandonado al pobre. Pero es que en general soy un poco dejada. Con la gente, con las cosas, con la casa.
Vivo al día, y eso conlleva ciertos "peros" que cuesta asumir.
El fin de semana ha estado bien, variadito, en compañía, con tapitas y vinos, con helados y amigos. A veces las cosas más simples son las que nos llenan los grandes momentos.
No necesitamos más, quizás una buena charla a tiempo, una sonrisa apropiada, o un sms sorprendente e inesperado.
Tenemos suerte de que nuestro mayor problema sea tener que ir durante una semana en autobús al trabajo. Vaya drama, no?
Buena semana para los escasos lectores de mi blog. Pocos pero maravillosos.
Despacito, sin aturullarse, la primavera se va instalando.
Ya caen los primeros helados (ese inimitable de Kinder de la Inma, mmm), los primeros paseos por la playa sin tener que abrigarte, los primeros rayos de sol que te llenan de vitalidad.
Y cuando todo eso cae, como una señal, el que cae es mi coche, jaja.
Sí, lo he tenido que dejar a arreglar, bueno, mejor dicho a adecentar, para que le cambien las cerraduras, le pongan una antena y le pongan un limpiaparabrisas trasero. Y ya de paso que le quiten una abolladura del lateral del conductos (que todo sea dicho, no he hecho yo).
Y es que sí, lo tengo muy abandonado al pobre. Pero es que en general soy un poco dejada. Con la gente, con las cosas, con la casa.
Vivo al día, y eso conlleva ciertos "peros" que cuesta asumir.
El fin de semana ha estado bien, variadito, en compañía, con tapitas y vinos, con helados y amigos. A veces las cosas más simples son las que nos llenan los grandes momentos.
No necesitamos más, quizás una buena charla a tiempo, una sonrisa apropiada, o un sms sorprendente e inesperado.
Tenemos suerte de que nuestro mayor problema sea tener que ir durante una semana en autobús al trabajo. Vaya drama, no?
Buena semana para los escasos lectores de mi blog. Pocos pero maravillosos.
4 comentarios
emecé -
... y bueno también soy maravillosa.
Miguelito -
Y sigue sonriendo :)
Angela -
becquer99 -