Emiratos Árabes Unidos
Las piernas no dan para más. El calor es asfixiante. Alguien se ha dejado el horno abierto. Las distancias son enormes. Los dirhams se acaban.El viaje llegó a su fin, y quedan -como siempre- cientos de recuerdos, algunas anécdotas y miles de fotos.
Dubai y Abu Dabhi. Dos de los Emiratos Árabes. Dos ciudades de contrastes, de sol, desierto, luz, calor y magia.
Ida y vuelta con escala en París. Ya deshechas las maletas llegan los análisis. Y todo lo que pueda decir es positivo.
Me encanta viajar, aunque odie y me asusten los aviones, pero esos malos ratos merecen la pena cuando pisas tierra ajena (o incluso propia) y descubres tantas cosas; cuando descubres que somos tan distintos y tan iguales a la vez.
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