Mirando hacia delante
Casi ni me acordaba de que tenía un blog.
Hubo una época sin redes sociales en la cual podíamos dedicar nuestro tiempo libre a escribir.
Hoy en día somos cada vez más esclavos de internet.
Por ejemplo: anoche durante una hora o así un corte me dejó sin internet ni teléfono fijo.
Eso fue como si hace unos años me hubieran quitado el bocata de mortadela o el sandwich de nocilla para merendar. Ahora apenas tomo bocatas de mortadela, y los de nocilla prefiero limitarlos a los grandes encuentros con mis viejas amigas, pero siempre los recuerdo como imprescindibles en mi pasado.
Ahora mismo internet es imprescindible en mi presente. La distancia con la gente, -cada vez mayor, y no sólo por distancia física,- se ve recortada gracias a inventos como el Facebook, el Tuenti (del que no soy nada partidaria), y del Twitter. Cada uno de ellos ofrece una opción diferente de comunicación, sencilla, simple, breve, que se corresponde con los tiempos que vivimos, de escasas conversaciones y nula apertura de sentimientos.
Pero bueno, yo soy partidaria de todos estos avances. Lo fui del móvil cuando apareció, aunque muchos lo vieran como un elemento esclavizador y alienante; lo fui del messenger, del blog, y ahora de todo lo demás.
Porque lo importante es saber usar los medios, y aprovecharse de los avances tecnológicos, no poner muros a la evolución de la comunicación.
Porque vivo para comunicarme, de una u otra manera, y ahora me hago "escuchar" por más gente.
Porque así tengo cerca a todos los que necesito sentir a mi lado en momentos difíciles (y los de ahora lo son, aunque pongamos buena cara).
Y por todo ello mueestro mi máximo apoyo a las redes sociales, bien utilizadas y gestionadas por cada uno de nosotros. Si siempre y todos hubiésemos estado temerosos de la evolución seguiríamos viviendo en cavernas. Yo personalmente prefiero vivir en mi casa, al amparo de mi techo en una tarde-noche de nuevo lluviosa.
Me dijeron hace ya casi cinco años que aquí siempre brillaba el sol.
Hasta eso evoluciona...
1 comentario
becquer99 -
En esta ocasión estoy muy de acuerdo con lo que has escrito. Son indudables los pros y las ventajas de esta oleada de nuevas y extravagantes formas de comunicarnos, pero también conlleva muchas miserias, como olvidarnos del mundo real, cosa que también a mí me sucede con frecuencia.
Un fuerte abrazo, y en marzo nos vemos, sea de la forma que sea.