Tan lejos y tan cerca
Mejor ahora que más tarde, mejor cuando lo siento aún que cuando necesite olvidarlo.
Sufro, hoy sufro, pero básicamente no lo hago por mí, y reconozco que eso puede ser una novedad para muchos. Bah, señal de que no me conocéis.
Sufro, y hasta límites desconocidos, porque he hecho daño a alguien, porque mis dudas, mi inseguridad, mi cobardía, han acabado dañando tanto que hoy sé que he perdido a alguien que debería haber formado parte de los "insustituibles".
Me resisto a creer en los adioses definitivos, pero siento que para él es mejor todo esto, que tengo que dejar de pensar en mí, en el pánico que siento ahora mismo, en el sudor frío que me recorre, y pensar en que lo mejor para él es esto. Y dicen que cuando de verdad quieres a alguien no hay mejor forma de demostrarlo que perder incluso por su bien.
Quizás lo que me duele es que pierdo a alguien que merece infinitamente más la pena que el imbécil por el que sigo luchando. Pero soy cobarde y no arriesgo, mi psicólogo (ese amigo tan grande, Marcos gracias) me dice que debería intentar arriesgar un poco más... si lo hiciera ahora no me quedaría con los brazos cruzados, llorando porque se ha ido alguien tan especial. El destino no es justo, y nosotros no sabemos leer las cartas para jugar en condiciones. Querría volver atrás, haber arriesgado cuando el tren pasó y no ver ahora que lo he perdido todo.
Supongo que lo leerás, confío en ello, porque no quiero mentir, lo hago por ti, porque quiero que sepas que sé que no te equivocas alejándote, aunque me duela, porque a ti te hago daño... y no puedo pensar eso, me duele saber que queriendo a alguien puedas a la vez hacerle tanto daño. Ya sabes, cada día creo menos en el amor, esto me demuestra de nuevo que no hay que creer en él, que es dañino, que es injusto, que es irracional.
Espero que vuelvas algún día, del modo que sea, porque sé que ahora los días van a ser muy largos, y han vuelto los días grises que se habían ido gracias a ti. A mi modo, y muy sinceramente, yo te quiero, y eso no puedo cambiarlo, ni puedo ni quiero, porque poder no es querer.
No te hago más daño, yo desaparezco también, te mereces la mayor de las suertes en tu vida, porque eres una de las personas más grandes que jamás he tenido la suerte de conocer.
Sufro, hoy sufro, pero básicamente no lo hago por mí, y reconozco que eso puede ser una novedad para muchos. Bah, señal de que no me conocéis.
Sufro, y hasta límites desconocidos, porque he hecho daño a alguien, porque mis dudas, mi inseguridad, mi cobardía, han acabado dañando tanto que hoy sé que he perdido a alguien que debería haber formado parte de los "insustituibles".
Me resisto a creer en los adioses definitivos, pero siento que para él es mejor todo esto, que tengo que dejar de pensar en mí, en el pánico que siento ahora mismo, en el sudor frío que me recorre, y pensar en que lo mejor para él es esto. Y dicen que cuando de verdad quieres a alguien no hay mejor forma de demostrarlo que perder incluso por su bien.
Quizás lo que me duele es que pierdo a alguien que merece infinitamente más la pena que el imbécil por el que sigo luchando. Pero soy cobarde y no arriesgo, mi psicólogo (ese amigo tan grande, Marcos gracias) me dice que debería intentar arriesgar un poco más... si lo hiciera ahora no me quedaría con los brazos cruzados, llorando porque se ha ido alguien tan especial. El destino no es justo, y nosotros no sabemos leer las cartas para jugar en condiciones. Querría volver atrás, haber arriesgado cuando el tren pasó y no ver ahora que lo he perdido todo.
Supongo que lo leerás, confío en ello, porque no quiero mentir, lo hago por ti, porque quiero que sepas que sé que no te equivocas alejándote, aunque me duela, porque a ti te hago daño... y no puedo pensar eso, me duele saber que queriendo a alguien puedas a la vez hacerle tanto daño. Ya sabes, cada día creo menos en el amor, esto me demuestra de nuevo que no hay que creer en él, que es dañino, que es injusto, que es irracional.
Espero que vuelvas algún día, del modo que sea, porque sé que ahora los días van a ser muy largos, y han vuelto los días grises que se habían ido gracias a ti. A mi modo, y muy sinceramente, yo te quiero, y eso no puedo cambiarlo, ni puedo ni quiero, porque poder no es querer.
No te hago más daño, yo desaparezco también, te mereces la mayor de las suertes en tu vida, porque eres una de las personas más grandes que jamás he tenido la suerte de conocer.
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