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El fin de los días grises

La lluvia tranquila

La lluvia tranquila Me comenta N. que hoy se siente feliz, que a veces un día te levantas y sin saber cual es el motivo te sientes extrañamente feliz. También me dice que la lluvia "tranquila" le ayuda. Me ha gustado eso mucho, no ha sido así exactamente, pero era la idea... la lluvia tranquila.
¿Por qué anhelamos tanto la tranquilidad? ¿Por qué luchamos como locos por conseguir un rincón tranquilo, el sitio de nuestro recreo? Lo curioso es que anhelamos algo que destruímos constantemente nosotros mismos. Quizás mi "rincón tranquilo" sea mi habitación, me gusta mucho estar aquí, con mi ordenador, mi música, mis libros, cierro los ojos y todo desaparece a mi alrededor, llega esa paz que tanto ansiaba.
Sin embargo, el tiempo me ha hecho comprender que no existe la paz, la calma, hasta que llega a tu cuerpo. De repente un día sientes una ligereza, una sensación de bienestar que anteriormente no tenías, y no hay problema que te altere, que te descoloque, que te preocupe. Todo es solucionable con buenas palabras, con una sonrisa, sin paranoias, sin obsesiones.
Vaya, yo tuve ese estado de calma no hace demasiado tiempo. Ahora en cierto modo también me siento así, es un estado realmente bueno, pero mejor no querer sujetarlo, no hay que atar nada, al final sólo consigues ahogarlo.

"Nada ansío más y es lo que menos tengo.
Se va el alma silenciosa, por la ventana,
se va detrás del lucero de la mañana.
Dame descanso, como quien da un cigarro"

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