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El fin de los días grises

Las lágrimas de una madre

Las lágrimas de una madre Hay ciertas cosas que nunca queremos ver, que cuando las vemos parpadeamos varias veces para intentar convencernos de que no suceden, que nunca han sucedido.
Pero las madres también lloran, y mi madre por supuesto no iba a ser menos. Las lágrimas de una madre son tan dolorosas como las lágrimas de un niño pequeño que te mira mientras su llanto crece y crece, pidiendo ayuda sin palabras, porque no sabe decirlas, desesperado porque no consigue hacerse entender. A ti se te nublan los ojos, se te llenan de lágrimas porque no sabes qué puedes hacer para que esas gotas se conviertan en sonrisas. Las lágrimas de una madre son también silenciosas, calladas, escondidas, quieren quedar en la oscuridad, que nadie las vea, porque saben que su lloro es infinitamente más doloroso que ninguno de los que veas.
Acabo de estar con mi madre, intentando poner una sonrisa en su cara cansada, en sus ojos tristes. Disimula muy bien, es una magnífica actriz, lleva casi dos años actuando delante de mí, poniendo la cara que yo, egoísta como nadie, deseo ver. "Mi madre está muy bien", eso le digo a todo el mundo, para convencerme, para sentirme menos mal por no saber hablar con ella, por desesperarme como nadie con ella. No, no voy a vender ahora una imagen de "soy culpable", las personas tenemos que asumir nuestros errores, pero fundamentalmente modificar esas conductas que tanto daño hacen. Así que de nada sirve asumir mi error si no pongo la solución.
Sus lágrimas me rompen el corazón, pero su corazón ya estaba roto antes.

P.D.: Por cierto, y dando un toque más lúdico a esto sólo decir que estoy cibercasada, mañana lo cuento mejor.

2 comentarios

Vanessa Ruiz Herrera -

Que eso es cierto nosotros como hijos de nuestra madre debemos de hacer todo lo posible para que nuestra madre esten bien y felez lo mismo hay que hacer con nuestros padres......... solamente yo digo que amo y aprecio mucho a mis padres.............

Miguelito -

Fíjate, Di, la de tiempo que llevo yo queriendo regalar esta canción a las dos personas más importantes de mi vida: mi madre y mi hermana. Creo que estoy cerquita de poder hacerlo, y estoy seguro de que, antes de lo que tú te piensas, ya seremos dos quienes hayamos hecho este regalo tan lindo :)

El polvo y tiempo acumulados
sobre tu esperanza
se olvidaron de ser.
Se han ido fugando
de tus ojos
dándole el sitio luces
propias de una mujer.

Por eso
tu sonrisa ha cambiado
algo en este invierno
que ya no pasará
sin luz
-como todos los inviernos-
tenaz
-como todos los inviernos-
fugaz
-como todos los inviernos-
estás desafiando la ciudad.
Aquella señora
que hace bien el papel
al manso marido
que despierta a las seis
y al tonto reloj

No sabes cuanto de subversivo
vive en una sonrisa
que no quiere comprar
y cuanto de muerte hacia el pasado
que se incrusta en los dedos
cual resto de humedad.

La historia
choca contra tu saya
y se hacen remolinos
que huyen del amor,
como se dice que huyen los demonios
de las estancias crueles para el odio.
Bendita está tu risa.
Amén.