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El fin de los días grises

Hasta pronto

Hasta pronto Nos vamos, sí, llego el fin de semana, ese que generalmente debería ser uno de los mejores puentes del año, pero al que el calendario ha abandonado. Mañana a las 7 de la mañana nos vamos a Potes, Cantabria, a la boda de C. y J.
La boda será el sábado, pero el viaje nos va a servir para conocer una zona a la que le tenía muchas ganas desde hace tiempo.
Sólo una vez estuve en Cantabria, y fue casi de casualidad. Una Semana Santa en Asturias, con D. y R. y acabamos pasando un día por las carreteras perdidas de la zona. Vi San Vicente de la Barquera, las cuevas de Altamira (desde fuera, cosa que no tiene ninguna emoción) y una mínima parte de Santander. Pero sentí que tendría que volver a Cantabria, que seguramente ahí se esconden lugares maravillosos. Así que voy con los ojos de turista puestos, con las ganas de descubrir, de reir, de divertirme.
Sin embargo siento que abandono algo, que abandono a alguien, quizás sean mis paranoias, pero este sentimiento se debe exclusivamente al hecho de que hoy, y los últimos 22 días de mi vida, no quiero estar donde estoy y con quien estoy, quiero compartirlos de otro modo y con otra persona, y estar obligada a la lejanía, por compromisos ineludibles, me frustra un poco más si cabe.
Lo sé, vuelvo el domingo, aún no sé si por la tarde o por la noche, espero que a tiempo al menos para cenar con mi madre y celebrar ese comercial Día de la Madre. Pero quiero "estar" con él y no sentir que le dejo solo, una vez más. Lo siento, pronto esto se acabará y espero que las cosas puedan empezar a ser normales, dentro de la normalidad que tenemos en nuestras vidas.
Conclusión: no escribiré los próximos días, y espero que al hacerlo mantenga esta alegría de los días pasados, y este brillo en los ojos que vosotros no podéis ver pero que a mí me deslumbra al mirarme al espejo.
Buen fin de semana a todos!!

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