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El fin de los días grises

A mamá

Ya lo advertía yo: me iba de comida familiar, mi predisposición no era buena, y al final sin que haya pasado nada he vuelto a casa asqueada.
Y cabreada con mi madre, más que cabreada con la triste sensación de que no nos entendemos.
Y por ello mismo la conciencia me da un toque y sólo quiero decir una cosa, pese a eso, pese a que nos cueste tanto dialogar en ocasiones: mamá, te quiero muchísimo.

1 comentario

Coração Vagabundo -

aunque nunca te lo digo, yo también te quiero mama...