Me ha dejado sola
Se ha ido, miré por todos lados y no está. Busqué en los cajones, en esos armarios que mi madre me dice una y otra vez que ordene, debajo de la cama, en otras habitaciones, incluso en la lavadora y el frigorífico por si la había olvidado ahí.
Busqué en mi coche, por si se me había caído, y busqué incluso por cada rincón por el que paseo a diario, pero no está.
Se ha ido, decidió que no la necesitaba más, y se equivocaba, uf, y tanto que se equivocaba.
Y ahora me siento vacía, se me nubla la vista cuando veo un papel en blanco, mareo al bolígrafo a la hora de escribir, intentando decidir qué hacer para no emborronar una página más sin sentido.
Miro la pantalla del ordenador, releo una y otra vez, leo la misma palabra mil veces pero no sale nada más, me he quedado atascada.
El mismo texto que debo entregar hace días, cualquier estúpido email, algún email que debería ser menos estúpido, los contenidos de esta página... nada, no hay nada.
Ella se ha ido y me ha dejado con la mente en blanco, sin ideas, sin recursos, sin historias que contar.
Y es por eso que este blog se queda sin nada interesante, por lo que a las palabras les cuesta acudir a ella. Vienen, sí, pero no dejan nada que merezca la pena recordar.
La inspiración se fue y con ella las buenas historias. Si algún día vuelve os aseguro que seréis los primeros en saberlo.
Busqué en mi coche, por si se me había caído, y busqué incluso por cada rincón por el que paseo a diario, pero no está.
Se ha ido, decidió que no la necesitaba más, y se equivocaba, uf, y tanto que se equivocaba.
Y ahora me siento vacía, se me nubla la vista cuando veo un papel en blanco, mareo al bolígrafo a la hora de escribir, intentando decidir qué hacer para no emborronar una página más sin sentido.
Miro la pantalla del ordenador, releo una y otra vez, leo la misma palabra mil veces pero no sale nada más, me he quedado atascada.
El mismo texto que debo entregar hace días, cualquier estúpido email, algún email que debería ser menos estúpido, los contenidos de esta página... nada, no hay nada.
Ella se ha ido y me ha dejado con la mente en blanco, sin ideas, sin recursos, sin historias que contar.
Y es por eso que este blog se queda sin nada interesante, por lo que a las palabras les cuesta acudir a ella. Vienen, sí, pero no dejan nada que merezca la pena recordar.
La inspiración se fue y con ella las buenas historias. Si algún día vuelve os aseguro que seréis los primeros en saberlo.
5 comentarios
Daniel -
Y me da que no eres ni rica ni racista...
Tú misma ;). Te quiero.
EnelCamino -
Un beso
bolo -
Coração Vagabundo -
ciclop -
Un beso!