En algún lugar
Voy de un lado para otro.
Hace tiempo que sólo me encuentro a gusto en un sitio.
Voy y vengo, viajo y regreso, llego y me marcho.
Y en cada viaje dejo algo, dejo a alguien, siento su mirada mientras me alejo, imagino sus lágrimas y sus pensamientos.
Vuelvo, me voy otra vez, y me resulta difícil establecerme, sentarme, tomar un café.
Extraño el tiempo para los vinitos en el Bacchus, y los fines de semana con R. en cualquier lugar.
Extraño no sentirme parte de la vida de los de antes, ni tener tiempo para crear vinculos nuevos con los de ahora.
Y sin embargo me siento bien, porque es lo que he elegido, y ante eso no hay otra cosa que sentirse feliz.
N. se casará este verano. La conocí siendo ella una niña, contando con los ojos iluminados que había conocido a J., al "Capitán E.", nos contó su ruptura, sus locuras, y su reencuentro. Este verano me ha contado que viven juntos, que ya son por fin uno solo, como siempre parecieron. Y en julio cierran la primera parte del círculo. Y yo estaré ahí...
M., S. y R. están embarazadas. Parecen haberse puesto de acuerdo para dar un paso fundamental en su vida... y en la de los que vienen.
Me siento lejos de una porque hace tiempo que no nos vemos, de la otra porque estamos lejos físicamente, y de la siguiente porque nos hemos separado, y esa es la separación más dolorosa.
Escucho a M. hablar de la ilusión y el miedo por el futuro hijo de R. y no puedo sino intentar arrancar algo de esa pasión para mí. No lo consigo. Pero también en este caso, aunque ya no seremos nunca las mismas: yo estaré ahí.
Y así me sentiré en algún lugar. En el corazón de quienes me quieren, muchos o pocos, mucho o poco.
Estaré ahí, donde me necesiten.
Estaré ahí, donde el corazón me lleve.
Estaré ahí, a tu lado, porque te lo debo.
Hace tiempo que sólo me encuentro a gusto en un sitio.
Voy y vengo, viajo y regreso, llego y me marcho.
Y en cada viaje dejo algo, dejo a alguien, siento su mirada mientras me alejo, imagino sus lágrimas y sus pensamientos.
Vuelvo, me voy otra vez, y me resulta difícil establecerme, sentarme, tomar un café.
Extraño el tiempo para los vinitos en el Bacchus, y los fines de semana con R. en cualquier lugar.
Extraño no sentirme parte de la vida de los de antes, ni tener tiempo para crear vinculos nuevos con los de ahora.
Y sin embargo me siento bien, porque es lo que he elegido, y ante eso no hay otra cosa que sentirse feliz.
N. se casará este verano. La conocí siendo ella una niña, contando con los ojos iluminados que había conocido a J., al "Capitán E.", nos contó su ruptura, sus locuras, y su reencuentro. Este verano me ha contado que viven juntos, que ya son por fin uno solo, como siempre parecieron. Y en julio cierran la primera parte del círculo. Y yo estaré ahí...
M., S. y R. están embarazadas. Parecen haberse puesto de acuerdo para dar un paso fundamental en su vida... y en la de los que vienen.
Me siento lejos de una porque hace tiempo que no nos vemos, de la otra porque estamos lejos físicamente, y de la siguiente porque nos hemos separado, y esa es la separación más dolorosa.
Escucho a M. hablar de la ilusión y el miedo por el futuro hijo de R. y no puedo sino intentar arrancar algo de esa pasión para mí. No lo consigo. Pero también en este caso, aunque ya no seremos nunca las mismas: yo estaré ahí.
Y así me sentiré en algún lugar. En el corazón de quienes me quieren, muchos o pocos, mucho o poco.
Estaré ahí, donde me necesiten.
Estaré ahí, donde el corazón me lleve.
Estaré ahí, a tu lado, porque te lo debo.
2 comentarios
Coraçao Vagabundo -
Para un poquito... jajaja
Helena -
Un beso.