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El fin de los días grises

Ya tienes quien te haga eterna

Hablar con R. y saber que al otro lado, además de “la muy mejor” habrá siempre un niño, es una sensación extraña.

Álex ha llegado para hacernos sentir cosas nuevas, para aumentar sentimientos y para recuperar algunos en cierto modo relegados al pasado.

Su sonrisa que sólo puedo imaginar, pues aún no la he visto, pone en R. un rictus de incredulidad. Ella, siempre con un instinto materno tan escondido, tiene en sus brazos a un niño: a su hijo.

Álex va a cambiar muchas cosas, sin duda. Entre ellas nuestro papel en esta historia. Creo que he dejado de ser la amiga rara, la amiga excéntrica e incluso la amiga desaparecida en los últimos tiempos, para pasar a ser “la tita Di”.

Acaba de tener una conversación con R. Su voz denota felicidad, absoluta felicidad. Un tono que hacía años que no sentía en ella, y que me hace reconciliarme con nuestra amistad.

R. no es una amiga más, por mucho que cuando me entra la rabia quiera creerlo así y decida entre mascullaciones ¿? que ya es forma del pasado. Me engaño, porque R. nunca podrá ser sólo parte del pasado.

Me he enfadado con ella, me enfadaré mil veces más, pero siempre viene a mi mente algún paseo por la calle Velázquez para borrar de mí esa duda.

Con R. he vivido lo mejor y lo peor de mi vida. Cuando vivíamos lo mejor no éramos muy conscientes, pero sí, sin duda y por desgracia, lo éramos cuando vivimos lo peor.

Por escasos minutos me quedé sin ver al pequeño Álex a punto de nacer. Creo que eso hace que se acrecienten mis ganas de abrazarle por fin. De tocar sus manos y mirarle mientras pienso en mil historias que en un futuro me gustaría que leyera.

No sé a dónde nos lleva ese futuro, no tengo ni la más remota idea. Sueño con mantener al menos lo que hoy tengo, y que en ese viaje serpenteante, que a veces es la vida, mantenga mis principios, y mis principios –aunque lo haya negado por cabezonería- también contienen a R.

La eternidad nos espera. Tú, R., ya tienes quien te haga eterna.

2 comentarios

Helena -

Suena todo a felicidad, es lo que tienen los niños, ponen la sonrisa en la cara de todo el mundo e incluso unen lo que estaba separado, eso sí, ten en cuenta que había un lazo que os amarraba aún, todo no pasa por que sí...

Un beso.

M -

me alegro de leer estas palabras, me emociona leerlas en el fondo porque sois las dos como sois, pero bueno, dónde hubo fuego siempre habrá brasas... no perdais nunca todo eso...
Bienvenida Di, que hace mucho que no te leía (porque tú no escribías) y ya he hecho el repaso de los últimos, así que ya sabes que si quieres que alguien te enseñe a cocinar, yo te enseño todo lo que tú quieras, conozco pocas recetas, pero hay algunas que funcionan bien, ya lo sabes tú que las has catado casi todas!
Una pena no poder estar \"otra vez\" en el festival de malaga, como siempre, yo en las sombras, aunque iré a Malaga el 1 de mayo sin falta porque van a tocar los \"kings of convenience\"!!!! y me muero por verlos, si te enteras de algo de las entradas me lo dices, lo que sea!!!, aunque estoy cada vez más pobre y no sé hasta dónde va a llegar esto. Aún así me alegro que uno de los dos haya salido y haya encontrado un curro, aunque no sé muy bien de qué va, pero seguro que ya empiezan a cambiar las cosas!!...
disfruta, vive, ama y cocina.
Te quiero