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El fin de los días grises

La eternidad como amiga

Es hoy, domingo, el primer día que desde hace semanas me siento relajada frente a la televisión. Suena Ojos de Brujo, su último trabajo, mientras de fondo Canal 2 Andalucía se dispone a echar un Caja San Fernando-Leche Río Breogán que no me atrae demasiado.

Estoy en MI CASA. Sí, en mi nueva casa, en la que vivo desde el jueves. La sensación es estupenda. La luz me emborracha, y las sensaciones me impiden poner palabras que expresen mi realidad.

Todo ha venido de golpe, como muchos presagiabais. En este caso parece que mi sobrinito A. ha traído debajo del brazo no sólo un pan, sino también un trabajo y una casa para su tita.

Sí, de la casa al trabajo. Doy un salto inmenso para contaros que desde hace una semana soy teleoperadora de Movistar, sí, sí, del Programa de Puntos, de esas que os niegan los adelantos de puntos, y os ponen las cosas difíciles.

De momento estoy a prueba, y aunque creo que voy mejorando a pasos agigantados (además de que estoy disfrutando como una enana) las esperanzas de continuar no son muchas. Al menos esa es la sensación generalizada que se desprende de cada compañero con el que hablas.

Pero bueno, acabaré el mes, lo cobraré, y luego ya veré si debo continuar con mi búsqueda de trabajo desesperada o puedo empezar a estudiar unas oposiciones mientras trabajo atendiendo el teléfono. Seguiré contando cómo va esto.

De tener o no tener ese trabajo dependerá también que pueda o no tener internet en casa. Es algo que a día de hoy considero básico para no perder completamente el contacto con los míos. De todos modos como me dijo mi amiga C., la gente que quiere estar a tu lado va a estarlo aunque no des señales de vida durante meses. Es cierto, o al menos así lo espero.

Quería volver a mi blog. Lo echaba de menos, os echaba de menos. La tortilla se ha dado la vuelta y ahora tiño mis palabras de alegría. Sólo espero que aunque sea con cambios esa alegría se quede a mi lado un tiempo, al fin y al cabo creo que tan mala compañía no soy, ¿no?

Estáis invitados a mi casa, eso sí, no vengáis todos de golpe, que muy grande no es. Uy, pero qué grandes momentos espero pasar aquí dentro. Ha empezado otra nueva etapa. 1 año y casi un mes después de llegar a Málaga la Bella doy otro giro, acompañada del increíble D., de quien ni a sol ni sombra me permite que la tristeza llegue a mi corazón. No tengo dudas de que nada hubiera sido posible si él no me hubiese apoyado como lo ha hecho. Tengo a la sensatez como novio, tengo a la sonrisa perfecta como compañero, y espero tener a la eternidad como amiga.

4 comentarios

cyn -

Hola Wapa! Que tal?? Buscando en internet he llegado a tu blog, Soy una chica de 27 años que va a ir a vivir a malaga y estoy interesada en currar como teleoperadora.. como se llama la empresa d los puntos de movistar?? puedes agregarme porfavor?? Muchas gracias

M -

¡¡felicidades por tus nuevas experiencias en tu nueva casa!!, son las más bonitas, la sensación de vivir en tu propio hogar.
Mil besos

Helena -

No lo dudes Diana, la eternidad está contigo o mejor dicho con vosotros y espero que esa tortilla no se voltee más, por si acaso...

Un beso.

Toperro -

Felicidades solo había que tener paciencia :) A mí tbn me han contratado por un mes en la Biblioteca que trabajé el año pasado y empiezo mañana así que estamos de enhorabuena por estos lares tbn.

Y dile a los de movistar que en mi casa apenas tengo cobertura que es vergonzoso jajaja.