Te querré siempre
Me gusta llegar a casa a la una menos cinco de la mañana. Aunque sea martes, o precisamente porque es martes, porque he salido de trabajar, y porque me he ido directamente a casa de A.
Porque hemos tenido una gran charla D., su hermano A. y yo. Porque hemos acabado hablando de mi amiga T., de mi amigo F., de mi vida, de la suya, de la nuestra.
Me gusta salir del trabajo y que me den la noticia de que he superado el mes de prueba. Y que ya me quedo ahí, con un contrato de obra y servicio (es decir, hasta que les dé la gana largarme).
Me encanta coger el teléfono y decírselo a mi madre, justo el día en que mi padre haría 63 años. Y así darle mi pequeño regalo en forma de paz, aunque el regalo me lo hizo él cada día de su vida, de la mía, de la nuestra.
Me llena oir la voz feliz de mi hermano al otro lado de la línea, dándome la enhorabuena callada, la enhorabuena de quien no sabe mostrar sus sentimientos pero sonríe por dentro.
Me completa en este gran día recibir el abrazo de D., su sonrisa cómplice y eterna, su vida en su mirada, nuestra vida en la esperanza.
Me llena saber que leeréis esto y algunos os alegraréis profundamente por mí, porque de momento con esto gano la batalla a la vida. Mi tiempo se prorroga, y con ello mi ilusión y mi amor. Y Málaga es más mi casa que nunca, ahora que empiezo a sentir lo que es no tener miedo por no llegar a fin de mes.
Me gusta llegar a casa a la una menos cinco de la mañana, y acabar de escribir ocho minutos después. Sin el Villarreal en la final, pero es que hasta el mejor día tenía que tener un tachón.
Feliz cumpleaños papá, donde quiera que estés, a mi lado te siento. Te dejo mi regalo, gracias por no dejarme tú sola. Te querré siempre.
5 comentarios
Sandra -
M -
yo estoy orgulloso de tí...
te quiero guapa
Toperro -
Disfruta ahora que viene todo rodado que te lo mereces (y D. tbn) :)
Besos
Raquel -
Helena -
Un beso.