Perdidos y encontrados
Decididamente debería haber escrito cada cosa que se me ocurrió, y que me ocurrió, en el mismo momento.
Pero no lo hice, y entonces me encuentro ahora con unas cuantas historias que contar, pero sin muchas ganas de hacerlo.
He estado dos semanas de vacaciones, donde los amigos, los niños, la familia, "Lost" y la gastronomía han ocupado una parte importantísima.
Pero eso se acabó. Poco a poco quizás recopile por aquí cada lugar en el que he comido, ese asiático, ese brasileño, ese buffet libre de comida china con wok, el pescaíto, mmm, se me hace de nuevo la boca agua. Será en otro momento.
He pasado unos días increibles, todos ellos, ha sido divertido, entrañable, emotivo, perfecto.
Ahora ha acabado y hoy he vuelto por fin al trabajo. No ha sido el regreso soñado, porque los cambios han minado la moral de buena parte de mis compañeros. Sin duda, se va a provocar una enorme fractura entre el grupo, y es una verdadera pena, porque últimamente había un rollo de lo más interesante, vaya, que ir a trabajar había dejado de ser incómodo.
Pierdo dinero, pero pierdo de vista los sábados, y eso para mí vale mucho más que cualquier euro que me ofrezcan. Estoy feliz.
Por otro lado, sigo soñando cada día con mi viaje a Shanghai. Lo veo tan factible, tan exótico, tan imprescindible, que me sirve como acicate para esforzarme en conseguirlo.
Y nada más, lavadoras nuevas que llegarán, coches que pasan una revisión mucho más cara de lo esperada, y un concierto mágico de Héroes del Silencio a la vuelta de la esquina. Sevilla, 20 de octubre. Ahí estaremos, gritando "Sirena varada", entre otros regalitos.
Pero esa es otra historia, y deberá ser contada en otro momento.
3 comentarios
m -
(sin acentos, lo se... bueno, no se donde estan). Un viaje interesante, muy interante... aunque yo ahora estoy atrapado en el coraz'on de europa, que me esta agarrando el corazon...
muchos besos cari;o
Raquel -
becquer99 -