Hasta siempre, Loli
Vacío, pena, incomprensión, tristeza, dolor.
Loli se ha ido, y nosotros nos quedamos hundidos. Intentando asimilar lo imposible: que una niña de 22 años, toda alegría y sonrisa, ha perdido la vida.
Loli se va y nosotros nos refugiamos en los abrazos cálidos y reconfortantes, en palabras, en los recuerdos de los momentos que cada uno compartimos con ella. Y nos quedamos con todos sus sueños, sus ilusiones y sus planes de futuro.
Nuestra mascotita del departamento se va y nos deja su sonrisa grabada a fuego en los corazones.
Loli, no sé donde estarás, no sé nada, no entiendo nada, pero quiero agradecerte que me escucharas siempre, y que me hicieras reír tanto.
Vivimos ese mágico concierto de Héroes del Silencio en Sevilla, en lugares distintos pero en ese mismo estadio de La Cartuja. Y nunca jamás te olvidaré.
Da igual que sigamos en esta empresa o no, que cojamos llamadas o demos puntos. Lo que sé es que el 4408 se ha quedado cojo, manco, vacío. Tu silla se ocupará, pero tu recuerdo deja un hueco imborrable.
Injusta vida esta que no mira las edades ni los sentimientos, que no sabe de cariño ni amistad, que no distingue entre buenos y malos. ¿Qué hacemos ahora nosotros sin ti?
Siguen cayendo lágrimas por nuestras caras, nos despedimos de ti, pero ya nunca nos soltaremos la mano. Gracias a ti.
Hasta siempre, Loli.
Diana
Loli se ha ido, y nosotros nos quedamos hundidos. Intentando asimilar lo imposible: que una niña de 22 años, toda alegría y sonrisa, ha perdido la vida.
Loli se va y nosotros nos refugiamos en los abrazos cálidos y reconfortantes, en palabras, en los recuerdos de los momentos que cada uno compartimos con ella. Y nos quedamos con todos sus sueños, sus ilusiones y sus planes de futuro.
Nuestra mascotita del departamento se va y nos deja su sonrisa grabada a fuego en los corazones.
Loli, no sé donde estarás, no sé nada, no entiendo nada, pero quiero agradecerte que me escucharas siempre, y que me hicieras reír tanto.
Vivimos ese mágico concierto de Héroes del Silencio en Sevilla, en lugares distintos pero en ese mismo estadio de La Cartuja. Y nunca jamás te olvidaré.
Da igual que sigamos en esta empresa o no, que cojamos llamadas o demos puntos. Lo que sé es que el 4408 se ha quedado cojo, manco, vacío. Tu silla se ocupará, pero tu recuerdo deja un hueco imborrable.
Injusta vida esta que no mira las edades ni los sentimientos, que no sabe de cariño ni amistad, que no distingue entre buenos y malos. ¿Qué hacemos ahora nosotros sin ti?
Siguen cayendo lágrimas por nuestras caras, nos despedimos de ti, pero ya nunca nos soltaremos la mano. Gracias a ti.
Hasta siempre, Loli.
Diana
4 comentarios
becquer99 -
No me quiero imaginar lo que será el trabajo hoy, o cuánto tardaremos en recuperar esa rutina... Esto es realmente inexplicable.
Un abrazo más, compañeros.
Lorena -
DI. tiene que estar muy orgulloso de todos nosotros, cuanta conmigo siempre y no olvides que TE KIERO.
lissi -
Raquel -