Mi cárcel del silencio
Llevo unos minutos delante de la pantalla. Siento la irrefrenable necesidad de escribir, pero las palabras se han encerrado en una cárcel de silencio.
No, no me siento bien. Y no sé bien cual es la razón. Busco, rebusco, encuentro ausencias, me pierdo entre personas "extrañas", me siento sola y necesito esa soledad. Mi incoherencia es brutal. Mi sensación de tristeza crece. Y no sé cual es la solución, porque desconozco el problema.
Es un recuerdo tan de mi adolescencia que me asusta. A veces llegas a un punto en el cual has estado tan bien, tan cómoda, tan feliz, que de repente sientes hasta miedo al vacío. ¿Vértigo? Quizás.
No hablo, digo palabras sin más.
No abro mi corazón, lo dejo entreabierto, pero nadie se asoma del todo.
Y nunca he sabido gritar para pedir ayuda, no sé hacerlo. No puedo hacerlo. Y no es orgullo, es desconocimiento.
La semana que viene me voy a Denia, a buscar mi paraíso. A ver a mi familia, con mi madre y mi hermano a la cabeza, mi madrina y mis dos primitas pequeñas, mis niñas preciosas. A compartir con D. una vez más sabores dulces, miradas de complicidad, y esa visita inevitable a Las Rotas, para observar ese mar nítido, esas rocas, para hablar con las olas y preguntarles por él.
Y en dos semanas, quince días exactamente estaré camino de China. Para pasar allí un mes. Y tengo miedo, y mucha ilusión, pero miedo eh.
Quiero gritar, quiero hablar, pero no encuentro con quien. Porque unos están ocupados, otros concentrados, otros tan lejos, otros perdidos, otros no están, y quizás vuelvan, pero eso ya me da igual (y esta idea me entristece aún más).
Nunca he sabido reconocer que no estoy bien. También es verdad que estas "crisis" me duran poco rato. Que luego me encuentro con alguien que me devuelve la fe. Porque eso es verdad, soy una afortunada con la gente que me rodea. ¿Por qué no seré capaz de decir la verdad?, como dice Conchita.
En fin, que sí, que España está en la final, pero para mi desgracia no soy capaz de sentirlo. No, porque nunca me gustó ese entrenador ni siquiera los propios jugadores. Y por primera vez puedo comprender a los no futboleros (Dios, esto es sacrílego), cuando ven pasar a su alrededor coches con banderas, personas con la cara pintada, y tú no sientes lo mismo.
Es una pena, pero aunque el domingo seré la primera delante de la pantalla no consigo emocionarme con ello. Me alegro inmensamente por todo lo que provoca, por esa felicidad extrema que ha hecho olvidar que no tenemos un duro para acabar el mes, que las hipotecas pueden subir hasta 300 en un año, que la gasolina está por las nubes y nuestros sueldos por los suelos.
Hasta aquí llega hoy mi silencio escrito... mi pequeño diario.
P.D.: como parece que es moda, yo también pongo una fotito mía de pequeña. :)
Eso es felicidad, jaja.
No, no me siento bien. Y no sé bien cual es la razón. Busco, rebusco, encuentro ausencias, me pierdo entre personas "extrañas", me siento sola y necesito esa soledad. Mi incoherencia es brutal. Mi sensación de tristeza crece. Y no sé cual es la solución, porque desconozco el problema.
Es un recuerdo tan de mi adolescencia que me asusta. A veces llegas a un punto en el cual has estado tan bien, tan cómoda, tan feliz, que de repente sientes hasta miedo al vacío. ¿Vértigo? Quizás.
No hablo, digo palabras sin más.
No abro mi corazón, lo dejo entreabierto, pero nadie se asoma del todo.
Y nunca he sabido gritar para pedir ayuda, no sé hacerlo. No puedo hacerlo. Y no es orgullo, es desconocimiento.
La semana que viene me voy a Denia, a buscar mi paraíso. A ver a mi familia, con mi madre y mi hermano a la cabeza, mi madrina y mis dos primitas pequeñas, mis niñas preciosas. A compartir con D. una vez más sabores dulces, miradas de complicidad, y esa visita inevitable a Las Rotas, para observar ese mar nítido, esas rocas, para hablar con las olas y preguntarles por él.
Y en dos semanas, quince días exactamente estaré camino de China. Para pasar allí un mes. Y tengo miedo, y mucha ilusión, pero miedo eh.
Quiero gritar, quiero hablar, pero no encuentro con quien. Porque unos están ocupados, otros concentrados, otros tan lejos, otros perdidos, otros no están, y quizás vuelvan, pero eso ya me da igual (y esta idea me entristece aún más).
Nunca he sabido reconocer que no estoy bien. También es verdad que estas "crisis" me duran poco rato. Que luego me encuentro con alguien que me devuelve la fe. Porque eso es verdad, soy una afortunada con la gente que me rodea. ¿Por qué no seré capaz de decir la verdad?, como dice Conchita.
En fin, que sí, que España está en la final, pero para mi desgracia no soy capaz de sentirlo. No, porque nunca me gustó ese entrenador ni siquiera los propios jugadores. Y por primera vez puedo comprender a los no futboleros (Dios, esto es sacrílego), cuando ven pasar a su alrededor coches con banderas, personas con la cara pintada, y tú no sientes lo mismo.
Es una pena, pero aunque el domingo seré la primera delante de la pantalla no consigo emocionarme con ello. Me alegro inmensamente por todo lo que provoca, por esa felicidad extrema que ha hecho olvidar que no tenemos un duro para acabar el mes, que las hipotecas pueden subir hasta 300 en un año, que la gasolina está por las nubes y nuestros sueldos por los suelos.
Hasta aquí llega hoy mi silencio escrito... mi pequeño diario.
P.D.: como parece que es moda, yo también pongo una fotito mía de pequeña. :)
Eso es felicidad, jaja.
4 comentarios
Raquel -
Un besazo enorme y disfruta de tus vacas, que te las has ganado.
M -
sentirse solo es algo cargado algunas veces, otras veces se ha de llenar uno de ello y concentrarse en uno mismo, como si te hubieras comido una seta y te dieras cuenta de que tienes manos, tienes pies, con sus piernas, con sus brazos... y con todo lo demás.
No sabía lo de China, y eso que te leo, se me habrá saltado!!!... qué gran oportunidad!!!...pasalo en grande, vive... porque allí vas a vivir otras cosas muy diferentes.
siempre...
M
lissi -
De todas formas no creas que no siento como lo estas pasando,no es eso.La verdad es que sin verte ya se que no estas bien hace dias.Y me dio mucha pena no poder verte este finde...aunque ambas lo intentamos.
Yo no tengo que ofrecerte mi ayuda ni creo que Paco tenga que hacerlo,TU SABES QUE DE VERDAD ESTAMOS AQUI .Asi que silva o grita o guiña un ojo pero habla con nosotros si es lo que necesitas porque te queremos mucho.
Cuando te vayas a China te echare de menos...bueno ya te estoy echando de menos porque no te veo nunca.
El viernes te voy a dar un abrazo que te voy a dejar sin aliento pequeñaja(la foto es muy linda...ah!Y yo tambien estoy a la moda ;))
Un beso enorme lleno de animo y de felicidad...espero que te llegue toda la que te mando que es toda la que pude recopilar al ver esa foto donde se ve tu esencia amiga.
becquer99 -
Me gustaría poder ayudarte, en serio. Te ofrezco mi ayuda para que así no tengas que pedirla. Tengo claro que a lo largo de este mes y pico te echaré de menos.
Mucho ánimo, mucha fuerza, y disfruta del fútbol el domingo, aunque sea un poquito.