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El fin de los días grises

Nos engañaron con la primavera

Días soleados, hasta calor. Era invierno, pero el tiempo parecía indicar que la primavera había llegado.

Incluso la alergia hacía su inclusión en nuestras vidas. No había duda, aunque el calendario marcara aún la estación invernal la ciudad recogía una primavera apacible, agradable, melancólica, preciosa.

Fue un espejismo. La hoja del calendario fue arrancada y dio paso a la primavera. De manera oficial, a las dos de la tarde, con el sol radiante, con la esperanza de un adiós a los días grises.

Nada más lejos de la realidad. Nos engañaron con la primavera. Dos días seguidos feos, porque ni siquiera llueve (con todo lo bonito que eso trae después).

Grises y desapacibles. Quitando las ganas de salir a pasear por las calles. No hace frío, pero no es primavera.

Nos engañaron con la primavera. Un decreto debería obligar a que cada fin de semana de la primavera fuera un día rutilante de sol y pajaritos.

Un día que nos recordara que es fin de semana, y que hay tiempo para lo que sea, tiempo para nada.

Pero no, nos dan días de sol en horario laborable, y a mí eso sí que me deprime. Quiero sol, pero lo quiero a jornada completa.

1 comentario

becquer99 -

Pues nada, hoy sí que ha salido, disfrútalo esta mañana al menos, aunque sea laborable.