Noviembre
Por fin llega noviembre.
Parecía tan lejano, y llega ya noviembre.
Con su cuesta de noviembre, claro, entre bodas y cumpleaños. Pero no me importa.
Que sólo sea dinero, y a cambio noviembre me traiga la ansiada calma y días felices.
Noviembre, llega fuerte. Con su día de Todos los Santos, que ahora olvidamos ya porque se celebra Halloween. Con el lunes libre, porque el 1 de noviembre es fiesta (cosas de los calendarios laborales).
Llega con el recuerdo de nuestra entrañable Loli, que hubiera cumplido años el día 4.
Y con la certeza de los cumpleaños de Paco, Raquel, Maribel y de D., de mi D.
Le cae medio siglo. Y eso bien merece un instante de alegría.
Llega noviembre y recuerdo que un lejanísmo día 9 de este mes, celebrando la fiesta de la Almudena, castiza donde las haya, se forjó la mejor amistad posible. Y conocí ese día a B., que fue un amor platónico y especial, y que aunque viva entre Finlandia y Francia, siempre estará en mi recuerdo. Pero ese día sobre todo fue cuando tuve conciencia de que ella, de que R., podía ser "la muy mejor amiga". Y lo es aun hoy, y por eso celebraré nuestro 9 de noviembre de forma simbólica.
Y llega el 14 de noviembre. El día que otra de mis mejores y más antiguas amigas, S., se casa. Con un nuevo y maravilloso hombre, otro D., cómo no. Y ese día se culminará un camino iniciado con pasos cortos pero intensos, clavando el pie en cada movimiento, y sabiendo que se está construyendo el futuro, la vida, un amor inmenso y único.
Y estaré con mis viejos amigos. Y sabré que es la última gran boda, porque creo que ya he casado con esta a los más importantes. Me quedaré como la soltera del grupo, jaja, y D. y yo nos reiremos cómplices, porque nuestro compromiso se gestó hace tiempo de una forma muy curiosa (http://elfindelosdiasgrises.blogia.com/2004/042101-mi-ciberboda...-ayssss.php).
Con noviembre llega una semana de vacaciones. Vuelta a Madrid, a disfrutar de las primeras luces de Navidad anticipadas. Y de los abrazos y besos reconfortantes de la familia.
Como decía antes brevemente. Llega el cuarto de siglo de D.
¿No es sólo eso ya motivo suficiente para querer que llegue noviembre?
Parecía tan lejano, y llega ya noviembre.
Con su cuesta de noviembre, claro, entre bodas y cumpleaños. Pero no me importa.
Que sólo sea dinero, y a cambio noviembre me traiga la ansiada calma y días felices.
Noviembre, llega fuerte. Con su día de Todos los Santos, que ahora olvidamos ya porque se celebra Halloween. Con el lunes libre, porque el 1 de noviembre es fiesta (cosas de los calendarios laborales).
Llega con el recuerdo de nuestra entrañable Loli, que hubiera cumplido años el día 4.
Y con la certeza de los cumpleaños de Paco, Raquel, Maribel y de D., de mi D.
Le cae medio siglo. Y eso bien merece un instante de alegría.
Llega noviembre y recuerdo que un lejanísmo día 9 de este mes, celebrando la fiesta de la Almudena, castiza donde las haya, se forjó la mejor amistad posible. Y conocí ese día a B., que fue un amor platónico y especial, y que aunque viva entre Finlandia y Francia, siempre estará en mi recuerdo. Pero ese día sobre todo fue cuando tuve conciencia de que ella, de que R., podía ser "la muy mejor amiga". Y lo es aun hoy, y por eso celebraré nuestro 9 de noviembre de forma simbólica.
Y llega el 14 de noviembre. El día que otra de mis mejores y más antiguas amigas, S., se casa. Con un nuevo y maravilloso hombre, otro D., cómo no. Y ese día se culminará un camino iniciado con pasos cortos pero intensos, clavando el pie en cada movimiento, y sabiendo que se está construyendo el futuro, la vida, un amor inmenso y único.
Y estaré con mis viejos amigos. Y sabré que es la última gran boda, porque creo que ya he casado con esta a los más importantes. Me quedaré como la soltera del grupo, jaja, y D. y yo nos reiremos cómplices, porque nuestro compromiso se gestó hace tiempo de una forma muy curiosa (http://elfindelosdiasgrises.blogia.com/2004/042101-mi-ciberboda...-ayssss.php).
Con noviembre llega una semana de vacaciones. Vuelta a Madrid, a disfrutar de las primeras luces de Navidad anticipadas. Y de los abrazos y besos reconfortantes de la familia.
Como decía antes brevemente. Llega el cuarto de siglo de D.
¿No es sólo eso ya motivo suficiente para querer que llegue noviembre?
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Carolina -