Un sastre para mi tiempo
Cómo me gustaría disponer de más tiempo para hacer lo que quiero. Tengo la sensación de malgastar mi tiempo libre y sin embargo no encuentro la solución a ese problema. Por qué? Bien, lo explico. Trabajo cuatro horas diarias, con esto quiero decir que tengo todas las tardes libres. Mis inquietudes me han llevado a no interesarme en la vida por gimnasios, clases extras, idiomas, cursos, que puedan rellenar ese tiempo, así que me he entregado encantada de la vida a los placeres de las películas, la lectura, internet, la música, es decir, el ocio casero.
Lógicamente cuando surge soy la primera en apuntarme a cualquier plan entre semana, ya sean unas cañas, una cena, un partido de fútbol. Pero cada día me vuelvo más celosa de mí misma, me gusta estar en casa, y si salgo es para hacer realmente algo que me apetezca muchísimo. Elijo con mimo mis compañías, mis planes. Los fines de semana suelo trabajar, los domingos por la mañana, y he aquí precisamente mi problema.
Si tuviera los fines de semana libres viajaría, sin duda, ya habría ido a Cáceres a ver a C., a Oviedo a reencontrarme con P., a Valencia a visitar a E. y M., a Denia a pasear por la playa, a Granada, con mis niños, a Algeciras, pese a la distancia para compartir la nueva vida de R. y por supuesto a Málaga con D., muy a menudo.
No es un problema por tanto de dinero, sino un problema de tiempo, y tampoco, para ser más concreta es un problema de tiempo mal repartido. Ojalá pudiera juntar todas esas tardes libres y hacerme con ellas un vestido de tiempo, un vestido para viajar y cumplir con todo aquello que necesito hacer, porque así lo siento, porque esos compromisos ya me pesan en el alma incluso.
Jo, necesito un sastre para mi tiempo...
Lógicamente cuando surge soy la primera en apuntarme a cualquier plan entre semana, ya sean unas cañas, una cena, un partido de fútbol. Pero cada día me vuelvo más celosa de mí misma, me gusta estar en casa, y si salgo es para hacer realmente algo que me apetezca muchísimo. Elijo con mimo mis compañías, mis planes. Los fines de semana suelo trabajar, los domingos por la mañana, y he aquí precisamente mi problema.
Si tuviera los fines de semana libres viajaría, sin duda, ya habría ido a Cáceres a ver a C., a Oviedo a reencontrarme con P., a Valencia a visitar a E. y M., a Denia a pasear por la playa, a Granada, con mis niños, a Algeciras, pese a la distancia para compartir la nueva vida de R. y por supuesto a Málaga con D., muy a menudo.
No es un problema por tanto de dinero, sino un problema de tiempo, y tampoco, para ser más concreta es un problema de tiempo mal repartido. Ojalá pudiera juntar todas esas tardes libres y hacerme con ellas un vestido de tiempo, un vestido para viajar y cumplir con todo aquello que necesito hacer, porque así lo siento, porque esos compromisos ya me pesan en el alma incluso.
Jo, necesito un sastre para mi tiempo...
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Coração Vagabundo -