Para siempre Madrid
... y Londres, porque este artículo lo había escrito justo nada más conocer la eliminación de Madrid en la lucha por los JJ.OO., antes de conocer quién iba a ser la ciudad elegida, y por supuesto antes de que la barbarie asolara la ciudad inglesa, recordándonos que la tragedia no tiene nacionalidad ni color.
Lo que ayer era fiesta hoy es tragedia... un abrazo para todos.
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Toda la mañana pegada al televisor, varios días expectante ante las noticias que se sucedían, meses e incluso años soñando con ello: Madrid 2012.
El sueño se acabó.
Más que nunca me siento desesperanzada. No puedo seguir creyendo en un movimiento olímpico que no alimenta las ilusiones, sino los bolsillos.
No digo que lo mereciéramos más que nadie, pero creo que sí que Madrid se merecía más que Londres o París un acontecimiento como este. Por dos razones fundamentales: porque nunca había albergado unos Juegos Olímpicos (cosa que sí había ocurrido en las otras dos ciudades rivales), y sobre todo porque contaba, cuenta y contará con el apoyo popular.
La ilusión por estos Juegos Olímpicos se palpaba en cada rincón de mi ciudad, pero ahora he dejado de creer. Sé que no estoy siendo justa ni reflexiva, que me dejo llevar por mis sentimientos, pues claro, soy de Madrid, y a mucha honra. Es mi ciudad, y seguirá siendo para mí el lugar al que quiero volver.
Me gusta Madrid, quiero a esa ciudad invisible, como dijo Sabina, y creía, confiaba, que se nos iba a dar la oportunidad de crecer más aún.
Pero no, una vez más todo se quedará donde estaba, y serán los de siempre los que disfruten de algo que ni les va ni les viene. Claro, así va el mundo.
Felicidades a Londres, gran sorpresa, sin duda.
Lo que ayer era fiesta hoy es tragedia... un abrazo para todos.
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Toda la mañana pegada al televisor, varios días expectante ante las noticias que se sucedían, meses e incluso años soñando con ello: Madrid 2012.
El sueño se acabó.
Más que nunca me siento desesperanzada. No puedo seguir creyendo en un movimiento olímpico que no alimenta las ilusiones, sino los bolsillos.
No digo que lo mereciéramos más que nadie, pero creo que sí que Madrid se merecía más que Londres o París un acontecimiento como este. Por dos razones fundamentales: porque nunca había albergado unos Juegos Olímpicos (cosa que sí había ocurrido en las otras dos ciudades rivales), y sobre todo porque contaba, cuenta y contará con el apoyo popular.
La ilusión por estos Juegos Olímpicos se palpaba en cada rincón de mi ciudad, pero ahora he dejado de creer. Sé que no estoy siendo justa ni reflexiva, que me dejo llevar por mis sentimientos, pues claro, soy de Madrid, y a mucha honra. Es mi ciudad, y seguirá siendo para mí el lugar al que quiero volver.
Me gusta Madrid, quiero a esa ciudad invisible, como dijo Sabina, y creía, confiaba, que se nos iba a dar la oportunidad de crecer más aún.
Pero no, una vez más todo se quedará donde estaba, y serán los de siempre los que disfruten de algo que ni les va ni les viene. Claro, así va el mundo.
Felicidades a Londres, gran sorpresa, sin duda.
1 comentario
Helena -
Besos.Adiós.