Cuando un día te das cuenta de que hace tiempo que no lloras.
Cuando descubres que la sonrisa es un huesped habitual en tu casa.
Cuando las penas vienen con cuentagotas, y las gotas no caen en ningún lado, no aparecen.
Cuando juntas tantas anécdotas y tantas risas que no podrías enumerar una sola.
Cuando no necesitas apuntar un momento especial porque sabes que se repetirá a menudo.
Cuando sabes que eres feliz, y tu único temor es mantener ese instante detenido para siempre.
Siento que he logrado encontrar la paz interior. Que de mi vida han salido los malos momentos. Que no tengo más que agradecer cada minuto a quien se sienta aludido, por poner el color en un cuadro en blanco y negro.
No es sólo por una persona, es por todas.
Estoy orgullosa de los amigos que tengo, de la familia que me quiere, del novio que me mima.
Estoy feliz porque no existe la soledad, y si aparece es más que deseada.
Contenta porque oigo sonreir a mi madre como no lo hacía desde hace más de cuatro años, y ya era hora.
Satisfecha porque he encontrado mi lugar en un sitio, y no es Málaga ni Madrid, es aquel en el que la distancia no importe, para nada, para nadie.
Han sido días inolvidables, refuerzo de toda una vida.
Días que volverán, de una u otra manera, con ellos, con otra gente, con personas que están por nacer y cariños que están por volver.
Gracias a todos los que me queréis, porque en esta lucha constante por fin me siento ganadora.
2 comentarios
Helena -
A ti, mi niña, nada más que un OLÉ muy grande y desearte que dure mucho tiempo...
Un beso.
Carolina -
22/08/06...Cita con los Sres. de bata blanca, me inspiro en ti pasar seguir ganándome días de sonrisas y paz.
Te dejo un regalito por aquí a ver s lo encuentras! Muak