El zumo de naranja

La familia dormía. La madre, el hijo mayor y la hija.
"Papá, mañana antes de irte hazme un zumo de naranja y me lo das, aunque esté dormida".
Se duchó, se preparó su desayuno, y antes de comerlo le hizo a su hija el zumo de naranja.
Natural, con cariño, con todo el amor que un padre puede sentir por una hija. Ese amor incondicional que lucha contra todos los desplantes y malas palabras.
"Diana, cariño, tómate el zumo y sigue durmiendo".
Diana se lo tomó, con los ojos cerrados, elevando levemente la cabeza.
"Gracias papi". Y siguió durmiendo.
Él se quedó mirándola, le dio un beso y le deseó un buen día.
Siete años sin tomar el zumo de naranja natural que preparaba mi padre, con ese cariño y ese amor incondicional. Siete años sin el beso de buenos días.
Las cosas más leves son las más profundas. Las que marcan, las que se graban, las que extrañas y a la vez las que te hacen recordar con mayor adoración.
Nunca un zumo de naranja sabrá tan bien como aquellos. Gracias papá, te echo de menos.
3 comentarios
lorena moreo -
Silvia -
Tope -