Como una niña
Vengo a esta página con más necesidad que nunca.
Hoy, ahora, 21:15 del 20 de enero de 2005, me siento más pequeña incluso que cuando era una niña.
Me decía H. en un comentario que mi referencia a mi padre en el anterior blog le había emocionado más que cualquier otra historia. Tenías razón, no es nada fácil compartir ese sentimiento con los demás. Pero escribir me ayuda a liberarme, escribir me hace sentirme libre, bien.
Y no es que me sienta mal ahora, no, ni mucho menos. Estoy feliz, inmensamente feliz y llena de ilusión por mi madre y su viaje a Argentina. Pero dejarla en el aeropuerto, despedirme de ella, ha sido una de las cosas más difíciles que he hecho nunca. Ya, es una tontería, muchos lo veréis así, y lo entiendo, pero cuando suceden ciertas cosas en tu vida, se crean unos vínculos muy especiales entre las personas. Y eso nos sucedió a mi madre a mí desde el mismo momento en el que la vida cerró la puerta a quien más queríamos.
Estoy escribiendo y estoy llorando como una niña, llorando como no lo hacía desde hace demasiado tiempo. Pero repito, en realidad estoy feliz. Feliz porque ella ha rehecho su vida cuando parecía imposible. Simplemente que la distancia será mucha, la necesidad aumenta en ese caso, y a la vuelta todo será diferente. Para empezar seguramente yo viviré ya en otra ciudad. Es extraño. La echo de menos ya. Extraño sus palabras, sus pasos, el teléfono sonando para ella, la televisión de fondo. Todo es vacío, todo es silencio, y apenas llevo 15 minutos en casa.
Sé que el momento más difícil es este. Que mañana, al amanecer, al entrar la luz de nuevo por la ventana y al oir su voz por teléfono todo volverá a ser sencillo. Aunque ya, de momento, nunca más vivamos juntas. Te echo de menos ya, te quiero muchísimo. Pásalo bien... sé feliz, como siempre has sido.
Hoy, ahora, 21:15 del 20 de enero de 2005, me siento más pequeña incluso que cuando era una niña.
Me decía H. en un comentario que mi referencia a mi padre en el anterior blog le había emocionado más que cualquier otra historia. Tenías razón, no es nada fácil compartir ese sentimiento con los demás. Pero escribir me ayuda a liberarme, escribir me hace sentirme libre, bien.
Y no es que me sienta mal ahora, no, ni mucho menos. Estoy feliz, inmensamente feliz y llena de ilusión por mi madre y su viaje a Argentina. Pero dejarla en el aeropuerto, despedirme de ella, ha sido una de las cosas más difíciles que he hecho nunca. Ya, es una tontería, muchos lo veréis así, y lo entiendo, pero cuando suceden ciertas cosas en tu vida, se crean unos vínculos muy especiales entre las personas. Y eso nos sucedió a mi madre a mí desde el mismo momento en el que la vida cerró la puerta a quien más queríamos.
Estoy escribiendo y estoy llorando como una niña, llorando como no lo hacía desde hace demasiado tiempo. Pero repito, en realidad estoy feliz. Feliz porque ella ha rehecho su vida cuando parecía imposible. Simplemente que la distancia será mucha, la necesidad aumenta en ese caso, y a la vuelta todo será diferente. Para empezar seguramente yo viviré ya en otra ciudad. Es extraño. La echo de menos ya. Extraño sus palabras, sus pasos, el teléfono sonando para ella, la televisión de fondo. Todo es vacío, todo es silencio, y apenas llevo 15 minutos en casa.
Sé que el momento más difícil es este. Que mañana, al amanecer, al entrar la luz de nuevo por la ventana y al oir su voz por teléfono todo volverá a ser sencillo. Aunque ya, de momento, nunca más vivamos juntas. Te echo de menos ya, te quiero muchísimo. Pásalo bien... sé feliz, como siempre has sido.
8 comentarios
G -
Helena -
Besos.Adios.
Toperro -
Daniel -
Tranquila que ella va a estar comiendo parrilladas argentinas, probandose camisetas de Nocionis, viendo partidos de Boca y saltando como una loca al son de la Bersuit. Bueno, lo mismo eso es lo que haría yo pero tu madre se divertira a su manerá de igual modo, jeje.
Gracias por las palabras de ánimo a todos los que leeis los artículos de mi niña, en especial al clan catalán (Ciclop, Nastrut, G), que además de tener unos blogs más que interesantes, tienen valores que me encantan.
Un abrazo a todos y un besito a mi Di. Ah, y... ¡páselo bien, seña Elisa!
nastrud -
Un beso.
Ciclop -
G -
thesan -