Blogia
El fin de los días grises

Nos volveremos a ver

No son justas las rupturas, al menos algunas.

Incluso las hay que me rompen el corazón. No quiero un A. sin S., ni una S. en Buenos Aires sin A.

Pero tengo que reconocerlo: no soy Dios. Ya me he dado cuenta de que la vida no es un cuento que manejo a mi antojo, y que a veces las personas que más quiero no pueden estar/ser como yo quiero.

Dije adiós para siempre a mi padre, un hasta luego que aún dura a T. y a R., cuando eran mi único y fundamental apoyo, me despedí de muchos al dejar mi trabajo en la radio, y de todos cuando me vine a Málaga. Y ahora le he dicho adiós, por un triste mensaje de texto, a una S. increíble, magnífica, maravillosa, tan lejana que me parte el corazón.

Como le dije a ella: espero que “Volver” no sea sólo el título de un tango. Porque me cuesta creer que los días de Bersuit en España llegaron a su fin. No quiero, no puedo, no debo pensar que nunca más te volveré a ver. No es justo.

Gracias por los momentos que he compartido contigo, y por las charlas aderezadas con risas y acentos diferentes. Me has enseñado mucho, no permitiré que haya un adiós definitivo.

Como decía Andrés Calamaro, aunque sé que no te gusta: “Nunca hay un adiós total entre dos ñeris”.

4 comentarios

m -

ese detergente que lavó una buena parte de tu vida...
no se pueden quitar esas cosas de nuestra vida, hay cicatrices que deben y tienen que estar ahí, tontería quitarlas, tontería echarlas de nuestra vida, por eso se hicieron, por eso sangraron... y a joderse, y a tomar por culo la bicicleta!

Helena -

No hay un adiós hasta la muerte, y ni siquiera ahí estoy segura de que exista una verdadera despedida...

Un beso.

Daniel -

Un beso a ese sol de Sol que se nos va a la Argentina.

Espero que nos encontremos pronto, con Bersuit, con Diana, con una coca cola delante si es preciso.

Nunca hay un adiós total
entre dos ñeris
siempre es un “nos volveremos a ver”
en algún lugar del tiempo
No hay olvido cuando existe
la amistad y el respeto
el recuerdo de momentos entrañables
alegrías y secretos
Nos volveremos a ver
porque siempre hay un regreso
por eso contá con eso
pongo mis manos en el fuego por vos
Soy un chico de familia
y no soy ningún “carlitos”
viví las tumbas de la vida
soy un poeta maldito
a pesar de ser bonito
nunca “dormí en el palito”
Viví las tumbas de la vida
soy un poeta maldito
Nos volveremos a ver
porque siempre hay un regreso
por eso cuenta con eso
pongo mis manos en el fuego por vos.


Ánimo Diana. :)

Carol -

No se puede decir adiós cuando quedan tantos abrazos que dar, bien lo sabes asi que no lo ovides. tq