Blogia
El fin de los días grises

Dedicados

Tan lejos y tan cerca

Tan lejos y tan cerca Mejor ahora que más tarde, mejor cuando lo siento aún que cuando necesite olvidarlo.
Sufro, hoy sufro, pero básicamente no lo hago por mí, y reconozco que eso puede ser una novedad para muchos. Bah, señal de que no me conocéis.
Sufro, y hasta límites desconocidos, porque he hecho daño a alguien, porque mis dudas, mi inseguridad, mi cobardía, han acabado dañando tanto que hoy sé que he perdido a alguien que debería haber formado parte de los "insustituibles".
Me resisto a creer en los adioses definitivos, pero siento que para él es mejor todo esto, que tengo que dejar de pensar en mí, en el pánico que siento ahora mismo, en el sudor frío que me recorre, y pensar en que lo mejor para él es esto. Y dicen que cuando de verdad quieres a alguien no hay mejor forma de demostrarlo que perder incluso por su bien.
Quizás lo que me duele es que pierdo a alguien que merece infinitamente más la pena que el imbécil por el que sigo luchando. Pero soy cobarde y no arriesgo, mi psicólogo (ese amigo tan grande, Marcos gracias) me dice que debería intentar arriesgar un poco más... si lo hiciera ahora no me quedaría con los brazos cruzados, llorando porque se ha ido alguien tan especial. El destino no es justo, y nosotros no sabemos leer las cartas para jugar en condiciones. Querría volver atrás, haber arriesgado cuando el tren pasó y no ver ahora que lo he perdido todo.
Supongo que lo leerás, confío en ello, porque no quiero mentir, lo hago por ti, porque quiero que sepas que sé que no te equivocas alejándote, aunque me duela, porque a ti te hago daño... y no puedo pensar eso, me duele saber que queriendo a alguien puedas a la vez hacerle tanto daño. Ya sabes, cada día creo menos en el amor, esto me demuestra de nuevo que no hay que creer en él, que es dañino, que es injusto, que es irracional.
Espero que vuelvas algún día, del modo que sea, porque sé que ahora los días van a ser muy largos, y han vuelto los días grises que se habían ido gracias a ti. A mi modo, y muy sinceramente, yo te quiero, y eso no puedo cambiarlo, ni puedo ni quiero, porque poder no es querer.
No te hago más daño, yo desaparezco también, te mereces la mayor de las suertes en tu vida, porque eres una de las personas más grandes que jamás he tenido la suerte de conocer.

Feliz cumpleaños!!

Feliz cumpleaños!! 28 años son muchos días, muchas horas, muchos minutos y tantos segundos que contarlos sería perder demasiado tiempo.
Y no es tiempo precisamente lo que queremos perder. Quizás quisiéramos perder miedos, angustias, kilos o arrugas, pero no tiempo, eso nunca. Lo bueno del tiempo, lo malo del tiempo también, es que es algo que nos domina y al mismo tiempo no existe. El tiempo es un invento, es una cadena que nos une a la sociedad y que en días como hoy celebramos. Porque un 18 de enero de 1976 fue un día especial, y por eso hoy celebramos ese momento, o deberíamos celebrarlo, pero al tiempo unimos también la distancia, hay que ver, hay días en los que todo se pone en contra.
No importa, hay distancia, no he podido regalar siquiera un gesto amable a quien tanto lo merece, no he podido estar como en los últimos años, pero eso no cambia nada.
Falta inspiración hoy, y es injusto porque quizás es el día que más cosas debería decir... supongo que tú ya sabes todo lo que pienso, lo que siento, lo que mereces.
Por hoy me conformo con haber vivido algunos segundos de esos 28 años contigo, y sobre todo por saber que aún quedan miles de segundos de risas, lágrimas, discusiones y conversaciones, que la eternidad está muy lejos.
Que cumplas muchos más. Te quiero!!

Del amor y otras casualidades

Del amor y otras casualidades Recuerdo un día de este verano, pasado mes de agosto. Pasaba yo mis vacaciones en Denia, y me acerqué a un ciber en la calle principal del pueblo. Pocas cosas tenía yo que hacer por aquel entonces, así que me puse a escribir emails. Y empecé a escribir uno a una amiga que había conocido en Madrid hacía menos de un mes, pero de esas personas a las que de golpe sientes que debiste conocer hace años... vaya, que parece que te conoces desde siempre. Y bueno, no sé cómo pero el email hablaba del amor y de mi extraña y contradictoria idea de que el amor no existe, más bien "NO CREO EN EL AMOR". Ese email inicial dio paso a una discusión bastante interesante, con varios días de por medio, pero muy divertida, email arriba email abajo, defendiendo cada una posturas muy distintas.
Y yo me sigo empeñando, porque cabezota soy y mucho, en que no creo en el amor, aunque al final mis actos demuestran que es una simple excusa que me pongo, provocada porque es mayor mi miedo que mis ganas de arriesgar.
Y por qué me acuerdo de todo esto ahora? Pues porque hoy hemos vuelto un poco a este tema. Porque mira que es complicado el amor, porque de verdad que esto de querer a alguien tendría que ser mucho más sencillo, pero cada uno lo complicamos de maneras distintas. Yo, por ejemplo, con mi pánico eterno al compromiso. Otros por su extrema necesidad de la presencia física de la otra persona. Y otros porque necesitan una confirmación más o menos regular, en determinados momentos más bien, de que la historia es igual que ayer. Somos muy complicados, pero es normal, nos dejamos guiar por instintos, en eso somos a veces como animales, sensaciones, instintos, sentimientos. El amor es algo irracional, algo muy egoísta también, pero es algo tan extremadamente bello que no debemos renunciar a ello, sino simplemente en momentos de desesperación intentar lo imposible: tranquilizarnos, racionalizar la situación y actuar sabiendo que nadie deja de quererte de un día para otro. Siempre habrá rescoldos, y conseguir de ahí una llama no es tan dífícil, pero exige esfuerzo y sobre todo corazón.
Lo prometido es deuda: Esther esto es para ti. Besosssssssss

PD: Casi se me olvida. Gran día hoy en el que cumple años una muy muy buena amiga, Pau felicidades!!! Nos debemos una visita mútua, no?

Mi efímera felicidad

Mi efímera felicidad Es breve, un instante, un golpe seco, es efímera, pero en mí es eufórica también. Dura poco, como una aspirina efervescente. Sin embargo no logro quitarme la sonrisa de la cara, no consigo evitar un gesto amable hacia todo, incluso rayando la estupidez.
Pero me hace sentir tan bien que incluso me cansa, de verdad. Tanta felicidad no puede ser sana, me cansa, en serio, me cansa porque físicamente me exijo mucha actividad, mucha alegría, me exijo contagiarla a los demás, mostrar lo mejor de mí, porque no es habitual en mí tanta euforia. Soy más de alegría contenida, pero estos días se han aliado todas las estrellas y demás para sacar lo mejor de mí por un instante.
Me acuerdo de muchos con quienes me gustaría poder compartir esta sonrisa tan tonta, ja ja, en serio, que no lo puedo evitar.
Pero hoy esto va especialmente para una persona, una pequeña estrella en este universo tan lleno de reflejos falsos, alguien muy especial, tanto que ni ella sabe que lo es. Alguien que me ha hecho sentirme bien cuando los días no eran tan bonitos, que sin haberme visto nunca sonreir reclama de mí eso precisamente, y lo logra, porque se lo merece, eso y mucho más. Niña, no cambies, no te rindas nunca, no dejes de soñar como lo haces hoy, aunque duela, pero ahí reside tu magia... grande, niña.
Bueno, la fotografía que debería ir junto a esto es muy especial. La hice este verano, en Las Rotas en Denia. Y unos pocos saben lo que ese lugar significa, ha significado y significará. Momentos muy felices, momentos muy duros, pero el mejor lugar, sobre todo hoy: día feliz, the show must go on! Algún día la podré colgar... espero

Aranjuez, la primera piedra para algo muy grande

Aranjuez, la primera piedra para algo muy grande Fue un 9 de noviembre, no sé si ya hace demasiado tiempo o me lo parece a mí, pero creo que fue en 1995.
Lo que sólo fue una mañana de excursión a una ciudad, con gente muy variopinta quedó marcado como una fecha fundamental en mi vida. Porque como dice la "muy mejor" ese día pusimos la primera piedra para una amistad que debería llegar hasta la eternidad, si es que existe.
Y allí estábamos, pasando una mañana fría de noviembre, gente que no es que quiera olvidar pero que no me importa que estén fuera de mi vida, y gente que han marcado y marcan cada día mis pasos.
Hoy he vuelto, por primera vez desde entonces, he vuelto a Aranjuez, he vuelto para trabajar, pero he pasado con el coche por esos lugares por donde caminamos entonces.
Y de repente he viajado en el tiempo, porque siempre hay que viajar, y me he visto allí, con las manos metidas en la chaqueta, hablando, riendo, con V, con B, con M, con R. Conociendo a B, alucinando con su acento y enamorándome de su forma de ser. Y le recuerdo como si fuera ayer, y no borro jamás que ese día le conocí. Pero sobre todo me imaginé de nuevo con R, con la que apenas hablé, pero vaya, fue ese día, fueron esos momentos, los que nos unieron hasta hoy. Y pasan semanas, pasan meses, han pasado años, ha crecido la distancia física, pero seguimos ahí, con la cabeza, con los recuerdos, con el corazón en Aranjuez, un lugar al que no debemos volver de momento, porque hay que mantener ese recuerdo casi idílico de aquella mañana. Pero hoy me he sentido feliz, he recordado que tengo una tremenda suerte, que "he tenido suerte de llegarte a conocer", gracias por todo Ro.