Manos frías
Hay días en los que regresar a casa es especialmente duro.
Siempre me resultaba cálido, confortable, amable, agradable, dulce, el volver a casa tras un fin de semana fuera.
Y no, ese sentimiento no ha cambiado. Sigue siendo reconfortante abrir la puerta de casa con mi llave y encontrar a mi madre, darle un beso, contarle alguna cosa (menos de las que debería, pero siempre he sido muy "oscura" a la hora de contar cosas sobre mí, parece mentira no?), ir a mi habitación, deshacer la maleta o al menos dejarla encima de la cama abierta de par en par, mirar el correo de esos días, ver las fotos hechas con la cámara digital (uno de los mejores regalos que me han hecho nunca, mi hermano en este caso).
Pero pese a que todo eso sea bonito hay momentos en los que regresar a casa es más triste que otra cosa. Y dejarle con las lágrimas en los ojos, con las palabras en la boca y con los gestos en la cara... dejarle con esa mirada que me decía todo lo que siempre quise escuchar, dejarle ahí, en la puerta de su casa mientras yo atravieso su ciudad -cada vez más mía- con los ojos empañados, la radio apagada y el corazón roto, dejarle tan lejos físicamente es lo más duro del fin de semana.
De nuevo los sueños se hacen realidad, cada fin de semana juntos conseguimos que los sueños se cumplan. Quiero seguir soñando, pero quiero hacerlo si él me abraza. Sí Clop, entiendo que añores sus manos calientes en la cama fría, yo añoro incluso sus manos frías en la cama helada. La historia continúa...
Siempre me resultaba cálido, confortable, amable, agradable, dulce, el volver a casa tras un fin de semana fuera.
Y no, ese sentimiento no ha cambiado. Sigue siendo reconfortante abrir la puerta de casa con mi llave y encontrar a mi madre, darle un beso, contarle alguna cosa (menos de las que debería, pero siempre he sido muy "oscura" a la hora de contar cosas sobre mí, parece mentira no?), ir a mi habitación, deshacer la maleta o al menos dejarla encima de la cama abierta de par en par, mirar el correo de esos días, ver las fotos hechas con la cámara digital (uno de los mejores regalos que me han hecho nunca, mi hermano en este caso).
Pero pese a que todo eso sea bonito hay momentos en los que regresar a casa es más triste que otra cosa. Y dejarle con las lágrimas en los ojos, con las palabras en la boca y con los gestos en la cara... dejarle con esa mirada que me decía todo lo que siempre quise escuchar, dejarle ahí, en la puerta de su casa mientras yo atravieso su ciudad -cada vez más mía- con los ojos empañados, la radio apagada y el corazón roto, dejarle tan lejos físicamente es lo más duro del fin de semana.
De nuevo los sueños se hacen realidad, cada fin de semana juntos conseguimos que los sueños se cumplan. Quiero seguir soñando, pero quiero hacerlo si él me abraza. Sí Clop, entiendo que añores sus manos calientes en la cama fría, yo añoro incluso sus manos frías en la cama helada. La historia continúa...
4 comentarios
Victor Flyte -
bolo -
Un beso
Helena -
Besos.Adios.
Ciclop -
"Algo nuevo, algo aun por descubrir, algo dentro de mi, dentro de mi" la copa de europa-los planetas... un beso!