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El fin de los días grises

Los savants

A raíz de un interesante post leído en el foro ACB.com, (http://foros.acb.com/viewtopic.php?t=338353), he podido en esta mañana de Navidad, tranquila y maravillosamente soleada, adentrarme un poco más en la historia de estar personas, denominadas "savants" (de síndrome del sabio), y de la que os haréis una pequeña idea recordando el personaje de Dustin Hoffman en "Rain Man", Raymond Babbit.

Bueno, no voy a ser yo quien os lo explique, mejor mirad estos enlaces y si os interesa me vais a comentar:

http://es.wikipedia.org/wiki/Kim_Peek
Esta es la historia de Kim Peek, el hombre en el que se basó la película que os comentaba antes: "Rain Man".

http://es.wikipedia.org/wiki/Savant
Y aquí hablan del síndrome del sabio.

Y aquí un vídeo para que lo veáis más claro aún.

Espero que os guste. Un abrazo y felices fiestas.

17 de diciembre

17 de diciembre

El tiempo es algo tan relativo...

Antes, al principio, pasaba lento. Como una agonía, como si cada segundo tuviera que recordarte lo que estabas pasando, lo que estabas añorando, lo que faltaba.

De repente, el tiempo vuela. Y hoy miro al calendario y veo la fecha: 17 de diciembre.

6 años y 6 meses desde que me ví obligada a despedirme de mi padre. Sin saberlo, sin pensarlo, sin quererlo. Adiós, ¿hasta cuando?, ¿hasta siempre?

El comentario que recibí en mi blog el otro día, ese de "era un amigo", remueve un pasado que quizás he tenido que hacer por olvidar. Una huída hacia adelante.

Hace 6 años y 6 meses todo era diametralmente distinto. Yo iba a irme a Moratalaz a celebrar las fiestas, a ver un concierto con mis amigas de siempre.

Hace 6 años y 6 meses hablaba a diario con una persona de la que hoy no recuerdo ni su cumpleaños, y apenas menciono porque era de esas personas pasajeras.

Hace 6 años y 6 meses estaba "colgada" en la distancia, unida a otro continente por un sentimiento que no existía de forma mútua.

Y mis amigos eran más. Y estaban siempre. Y yo creía que podía tener todo lo que quisiera. Trabajaba en lo que siempre había soñado, la radio.

Tenía una familia al completo. Y sin embargo aún no había conocido a quien hoy marca mis pasos.

Hace 6 años y 6 meses yo estaba despreocupada. No era una hipocondriaca enfermiza, ni me preocupaba por pagar ningún tipo de factura. Tenía dinero en el banco para mis caprichos. Viajaba cada vez que me daba la gana, y no tenía coche propio. Ni mucho menos casa (aunque ya le había dicho a mi padre que quería meterme en un piso).

Hace 6 años y 6 meses España jugaba un Mundial de fútbol en el que volvería a caer estrepitosamente, contra Corea... aunque a mí eso ya no me importó.

Porque hace 6 años y 6 meses le dí un abrazo entre lágrimas. Y nunca más le he vuelto a ver. Y se me parte el corazón cuando pienso en su soledad en esos momentos previos a la operación. En su miedo, en todo lo que pasó por su cabeza, siempre tan reflexivo.

Cuando ha pasado tanto tiempo ya aprendes a no arrepentirte de nada, porque sabes que eso sólo sirve para dañar. Si no le dije "te quiero" debo pensar que él ya lo sabía, no me queda más remedio. Si le hablé mal, debo creer que me ha perdonado, porque sabía cómo era mi carácter.

Mi padre me enseñó muchas cosas durante su vida. A veces sólo con hechos, casi nunca diciéndome qué debería hacer. Me enseñó ese "ver, oír y callar" al que yo me resisto a hacer caso. Me enseñó a ser honrado en lo que uno trabaja, aunque sea odioso. Me enseñó que tu familia cercana es la que siempre va a estar a tu lado, y que los buenos amigos se cuentan de memoria, ni siquiera hace falta la mano.

Pero me enseñó sobre todo muchas cosas después de la muerte: que nada merece más la pena que vivir, y hacerlo como quieres, con quien quieres. Que el trabajo sólo es dinero, el modo de conseguir lo necesario para hacer tu vida más fácil. Me enseñó que debo dar todo por mi madre y mi hermano (y ahora mi pareja). Me ha enseñado a valorar a mis verdaderos amigos, a saber que debo hacer lo que quiero, no lo que tengo...

Soy muy distinta a quien era hace 6 años y 6 meses. Tengo a una persona que me cuida, pero ya no es mayor que yo. Tengo planes de futuro compartidos, de hecho tengo un presente compartido. Vivo en otra ciudad, y mis amigos son los mismos... los que siguen. Porque otros no quisieron luchar conmigo en la distancia. Ser amigo para algunas personas es más fácil si no hay más de 50 kms de distancia, sí. Tengo primos nuevos, y he despedido a más personas de las que querría. Tengo un trabajo que jamás estuvo entre mis ideas, y un coche que ya va casi también por 6 años y medio.

La vida cambia, el tiempo pasa, y por mucho que lo intentaras, que no es el caso, hay gente a la que jamás podrías olvidar porque son tu "as de guía".

Mi padre fue importante en su vida, y también en su muerte. En su ausencia he aprendido mucho de él, y he cambiado -supongo que para bien-. Sé que estaría orgulloso de mí, y que a todo el mundo le hablaría de su hija, y que vendría a verme a Málaga cada poco tiempo, se reiría como él hacía (con ese gesto que yo he copiado), y nos pelearíamos viendo jugar a nuestro Madrid. Se habría convertido en un malaguista más, y viviría entre Madrid y Denia. Sería feliz porque por fin estaría jubilado. Y me diría que no me preocupara de nada, que él estaría siempre cuidándome, y que mientras él viviera no me faltaría nada.

Pero la vida tenía otros planes, y mi as de guía se marchó antes de tiempo. Es duro pelearse a solas con el mundo. Pero al final una aprende el papel y se enfrenta, de la mejor manera posible. Gracias de nuevo papá, gracias por todo lo que me has enseñado, y aún hoy me sigues enseñando. Te digo lo de siempre: espero que estés orgulloso de nosotros. Te quiero.

Quiero nieve

Quiero nieve

Quiero nieve, pero aquí eso parece una quimera.

Nieva en muchas ciudades de España, incluso nieva en mi añorada Madrid.

Pero aquí no nieva.

Y ya tengo olvidadas las sensaciones tan infantiles que proporcionaba una nevada abundante.

El brillo ilusionado de los ojos infantiles, las manos congeladas tras tirar bolas de nieve, los pasos temerosos para no acabar besando el suelo...

Qué divertido... y qué utópico en esta ciudad.

No podría nevar hoy en el Nou Camp y así suspender el partido? (para darnos más tiempo y reestructurarnos, digo yo).

Buen finde... o lo que queda.

Orgullo

No está el Real Madrid en su mejor momento, ni mucho menos. Ni institucional ni deportivo.

Pero lo que no se puede tolerar es que el entrenador diga públicamente que es imposible ganar en el Nou Camp.

Es momento de que te marches. En el deporte hay que tener orgullo. Y si llevando la camiseta del Madrid piensas que no puedes ganar, en Barcelona o en Sebastopol, mejor que lo dejes.

Sólo orgullo, nada más.

Monday, monday

Gracias por las palabras de ánimo y comprensión que me he encontrado en el post de abajo, y en otros lugares más cercanos (vaya, en el cara a cara).

Lo cierto es que lo sucedido el jueves en mi empresa ha tornado las cosas a un punto bastante diferente. Al menos a nivel personal.

No soy nada rencorosa, pero sí sé valorar ciertas actitudes, y con ellas en la mano me presto a cambiar mi forma de ser con ciertas personas. Inevitable.

Por lo demás, se ha acabado el fin de semana. Presagiaban lluvias y tormentas, y esas sólo fueron en mi cabeza, que me ha dado un par de días de dolor absoluto. Ni ibuprofeno, ni aspirina, ni paracetamol. Sólo ayer a última hora de la tarde el dolor se borró, y pudimos dibujar un cuadro: unas horas perfectas con quien nunca me falla.

Así que aunque sólo sea por eso el finde ha merecido la pena.

Hoy también iba a llover y de nuevo brilla el sol. Ese brillo tan particular de los días fríos. Ese brillo que me recuerda a Madrid, a mis paseos en los que volvía con la cara helada y la sonrisa tonta de quien es feliz con poco.

Lissi, yo también echo mucho de menos esas charlas sobre lo divino y lo humano. El pelo ocupa demasiada cabeza, y ya son menos los que aparte de una bella melena tienen algo dentro. Al menos en mi opinión, claro. Nunca dije que lo mío fuera verdad absoluta.



Oír, ver y callar

Hay días en los que ni gritando te harías entender.

En los que todo lo que dices parece lo contrario de lo que piensas.

Días en los que querría vivir sola en este mundo, para no tener que opinar.

O quizás, mejor aún. días en los que fuera capaz de morderme la lengua y no intentar defender nada ni dar un punto de vista contrario a la mayoría.

Oír, ver y callar... yo? Ni en sueños.

Hoy quiero que el día acabe. Y que la gente piense. Y que cada uno mire hacia dentro.

Me equivoco mucho, miles de veces al día. No pasa nada por reconocerlo.

In my life. The Beatles



Canción y letra preciosa. De lo mejorcito de esa discoteca personal.

In My Life - The Beatles

"There are places I'll remember
All my life, though some have changed
Some forever, not for better
Some have gone and some remain

All these places had their moments
With lovers and friends I still can recall
Some are dead and some are living
In my life, I've loved them all

But of all these friends and lovers
There is no one compares with you
And these mem'ries lose their meaning
When I think of love as something new

Though I know I'll never lose affection
For people and things that went before
I know I'll often stop and think about them
In my life I love you more"

Y otra vez he de morderme la voz

¿No es absolutamente preciosa esa frase? "y otra vez he de morderme la voz, no sea que vuelva a hablar de dos antes de tiempo y es mejor que no salgas corriendo".

Es Conchita, la cantante, la autora. Y me sirve como excusa para poner unas palabras en mi sitio.

Día de invitados, de amigos, de "cenita confidencial".

Hoy es la música el principio al que han seguido las fotos, y los recuerdos.

Y he visto fotos de mi magnífica prima A. (esa niña con nombre de canción a la que quiero con todo mi corazón); de mis amigos, esas personas que en un pasado fueron todo y ahora no son más que eso: fotografías; de bellos parajes, paisajes que me hacían feliz, que construyeron lo que hoy soy. Una charlatana que rememora sus batallitas, pero no tanto como quisiera.

He encontrado fotos de cuando trabajaba en Radio Libertad. Fotos de Q., de M.C., de F., fotos del hoy conocido en estos mundos bloggeros Dani Díaz (el taxista del 20 minutos), el niño que me tuvo loca y con el que me prometí tantas veces (siempre nos quedará "la noche de las estrellas" en nuestra amada Denia). Fueron días inolvidables, de compañerismo, esfuerzo, sacrificio y risas. Más profesionales que quienes cobraban millonadas; y nosotros sin ganar un duro, tan felices por entrevistar a Roberto Carlos o pelearnos con Luis Aragonés.

Hice buenos amigos de esa etapa, aunque no fue fácil continuar con la relación. Pero me quedan las llamadas esporádicas de mi querido Chipi y mi especialísimo Juanji. Las llamadas veraniegas de Javi Callejo, un grande del periodismo deportivo, un tío currante que es mejor persona aún que periodista (y parecía difícil). Los escasos sms con Daniwini...

No cambiaría ni uno solo de aquellos días, de horas interminables y días que siempre tenían una continuidad. De esas noches en el salón de la emisora, con Íñigo. De nuestras aventuras y desventuras, nuestras confidencias, nuestras discusiones, nuestras meteduras de patas y los ataques de risas, finalmente carcajadas.

Repetiría cada experiencia, cada jueves coronado a altas horas de la madrugada por Camilo Sesto.

Cada viaje, a Zaragoza, a Mérida, a Andorra (para ver el debut europeo de nuestro Rayito), a Manchester.

Cada luz roja que daba paso al inicio de cualquiera de los programas en que participábamos.

No me arrepiento de nada de lo que hice. Si acaso me arrepiento de haberlo dejado tan olvidado.

Demasiada nostalgia para una tarde de viernes. Me entristece no poder hoy abrazar a alguna de esas personas, que más que compañeros fueron amigos. Y que en cierto modo siempre lo serán. Pero la distancia es mucho más que los kilómetros que nos separan.

EDITO PARA AÑADIR ESTO. HABLAN DE ESA F. DE MI TEXTO. QUÉ ALEGRÍA!
Francisco José Horrillo nació en Madrid hace 30 años. De padres extremeños, se licenció en 1999 en Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid. Su primer trabajo lo desarrolló en la emisora madrileña de Radio Libertad. En el año 2000 se desplazó a Extremadura para trabajar como corresponsal del Periódico de Extremadura en la comarca de Vegas Altas, además de coordinar La Crónica de Don Benito y Villanueva de la Serena. Desde marzo de 2005 se encarga de la corresponsalía del diario HOY y la emisora COPE en la comarca.
http://www.extremaduraaldia.com/badajoz/fran-horrillo-ganador-del-i-premio-de-comunicacion-municipal-lopez-prudencio-de-badajoz/16335.html

Amor irreductible

¿Por qué se rompe el amor?

Es decir, ¿por qué amas a una persona hasta la locura y de repente ese sentimiento se va acabando, transformándose en ocasiones en odio?

Duele el amor, cierto, pero ¿qué es lo que explica que los sentimientos varíen de una forma tan salvaje?

No, no se ha roto el amor en mi vida, ni muchísimo menos. Simplemente es una pregunta que lanzo al aire, para así recuperar también un poco la vida de este blog, cada día más apagado.

Noviembre

Noviembre

Noviembre es uno de los meses por excelencia para los cumpleaños y las fechas marcadas en rojo en el calendario, quizás para mí junto con abril y julio.

Pero en noviembre, aparte de cumplir años mi admirado amigo P., aquel que se esconde bajo el nick de Becquer99, lo hace también mi niño, mi todo, el que le pone la sonrisa a la vida: Daniel.

Sí. Hoy, o ya ayer, 10 de noviembre, el gran artífice de mi felicidad ha cumplido 24 añitos. Y hemos pasado un gran día, pero ya hace tiempo que las palabras no tienen la fuerza suficiente para convenceros de estos sentimientos.

Sólo sé, y es más que suficiente, que él quita las penas a los días tristes, y que me tiñe de azul cada día gris.

Que su risa es mi bálsamo ante cualquier dolor, y sus besos y sus abrazos abrigan del mayor frío.

Que merece lo mejor en la vida, porque no hay maldad en ninguno de sus gestos (aunque sí un inusitado despiste).

Que si está en mis manos muevo el mundo por conseguir que nunca borre esa sonrisa pícara que le adorna.

Y que ha cumplido 24, diciendo adiós al año Beckham, al año Jordan (para un baloncestero de pro como es él), cumpliendo en 365 días más sueños de los imaginables. ¿Nos casamos o lo dejamos para otro año?

Feliz cumpleaños D., te quiero.

Toco y me voy

No quiero entristecerme más de lo necesario, pero sí quiero recordarla desde este humilde "atril".

Hoy mi compañera L. hubiera cumplido 23 años. El destino, la mala suerte o lo que sea lo impidieron.

Yo nunca te olvidaré. No podría hacerlo. Me prometí a mí misma muchas cosas cuando te fuiste, y quiero seguir cumpliéndolas, por ti, por nosotras, por todos nosotros que formamos esa pequeña familia, a ratos mal avenida.

Toco y me voy, como decía la Bersuit.

El fin de octubre

El fin de octubre

Se va a acabar octubre. Ya se me ha pasado esa idea tan negativa de un septiembre negro.

Luego no lo fue tanto, pero mi estado anímico no era el mejor.

Siguen los cambios, pero me voy acostumbrando. Ley de vida.

A mi prima pequeña, A. la operan de apendicitis, nada importante, pero es ella, y ella sí que es muy importante, lo más. Y aunque oigo su voz, siempre feliz y animada, me falta su abrazo. Cosas de vivir a más de 500 kms de casa.

Aunque a veces me pregunto, ¿cual es mi casa? ¿Es posible sentir que soy de dos sitios, que tengo dos casas, que no puedo desprenderme de ninguno de los dos lugares? Sé que lo importante son las personas de cada uno de los sitios... pero si pienso en dejar una ciudad por la otra encuentro tantas dudas, tanta incertidumbre que prefiero no usar la cabeza en esos menesteres.

No sé si me importa tan poco la ciudad donde vivir. Creo que es más importante para mí de lo que pensaba. Pero ahora estoy ya demasiado implicada. Con Málaga y con Madrid, con ambas, con las dos. Necesito una cosa de una y otra muy distinta de la otra. Intento combinarlas, pero es difícil, y sé que al final -hiciera lo que hiciera- pensaría que la otra era la opción correcta.

Así que mejor dejar que el tiempo corra, que siga su ritmo, y que mi vida me lleve donde tenga que llevarme. Sin más, pero también sin menos.

Des...

Hace ya un año y dos días desde el concierto de Héroes del Silencio en Sevilla. Pese a que fue un gran acontecimiento, hoy recordarlo me trae mucha tristeza. Cosas de las ausencias definitivas.

Llueve en Málaga. Afortunadamente este mes nos estamos acostumbrando a que llueva en Málaga, es una buena noticia, aunque me suponga tener que ir al trabajo con demasiada antelación. Pero la lluvia siempre es buena noticia, si cae en su justa medida.

Y todo sigue igual. O no. No lo sé. Lo cierto es que siento que demasiadas cosas han cambiado, y siguen haciéndolo, y a mí tantos cambios nunca se me dieron bien. Me siento descolocada, desubicada, destartalada...

Nada, que toca acostumbrarse a los cambios, y pensar en la miseria que cobraremos estos meses, debido a una nueva maniobra de la empresa.

Tengo hambre, pero mi estómago tampoco se lleva bien conmigo estos días. Algo he debido hacer mal, en general, para que en particular pocas cosas me salgan bien.

La negatividad del otoño, el regreso de los días grises.

Llueve en Málaga, diluvia en Madrid.

Y yo me mojo, pero no me importa, porque los paraguas están para algo, y si no los usas no tienes derecho a protestar.

Paranoia total. Desorden. Des...

Sin escalas

"Mira tú si yo soy pobre que no tengo pa' tabaco
por no tener no tengo ni casa, ni trabajo;
mi nombre no aparece en la lista del paro
pero al caer la noche yo voy calle abajo
cantando...
In the night, in the night, in the night...
en la noche"



No era nuestra idea inicial cuando supimos que yo tenía vacaciones y que D. podría tener un par de días libres. Pero una mala revisión, un coche que me quiere empezar a hacer sufrir, y un cambio radical de planes nos llevó a mi ciudad natal. A nuestra otra ciudad. Málaga-Madrid, sin escalas, más que en nuestros corazones.

Tres días enteros en Madrid, tiempo para ver el Prado, pasear como turistas, comer como habitantes de la ciudad, flipar con el maravilloso clima y los paseos gigantescos (desde China no nos libramos de estar horas y horas caminando), hacer compras, "rozar" el Retiro, y disfrutar con Amparanoia.

Yo iba con reticencias, lo reconozco. No es mi estilo y no me conocía ninguna canción. Hubo cambio de planes incluso con mis amigos, ruptura de planes, más bien, pero sé que entenderán que Amparo se despedía de Madrid para siempre, y yo tenía que darle a D. y a ella la oportunidad para juzgar su música.

Y sigue sin ser mi estilo, pero es innegable que tiene gancho y que en directo es realmente mágica. Contagia su energía, su ritmo, y hace que se te queden en la mente sus melodías. He llegado tarde. Tendría que haber ido muchos años antes a un concierto suyo. Ahora sólo me queda el recuerdo de haber estado en el penúltimo de su carrera, y el último en Madrid.

Ya hemos vuelto, como siempre con el corazón revuelto y la cabeza loca, llena de ideas, planes y meditación. Pero el tiempo manda, el destino nos organiza, y nosotros somos marionetas, sin escalas, pero marionetas.

Feliz cumpleaños, Alberto

Feliz cumpleaños, Alberto

Hoy cumple 33 años, una edad impactante, intrigante, mítica en la muerte para algunos.

Le conozco hace 30 años, casi nada. Sin duda mi amigo más antiguo, aunque más bien es como mi hermano.

Hemos peleado, hemos reído, hemos llorado, hemos cantado, hemos celebrado. Hemos hecho muchas cosas juntos, muchas, hasta la comunión, celebrada como una boda, con muñequitos vestidos de tal encima de la tarta incluso. Hemos ido juntos al colegio -en el mismo coche cada día y cada tarde-, hemos ido juntos al fútbol cada fin de semana que jugaba el Madrid, hemos ido juntos a conciertos de Héroes, hemos hecho trastadas a todo el que se cruzaba por nuestro camino, e incluso hemos buscado fantasmas en los portales de nuestra urbanización. Estaba el día en que conocí a D., en el concierto de Bersuit en Gruta77, y estuvo en el concierto de Bersuit en la Sala Arena que acabó de unirnos.

Y es por todas y cada una de esas cosas, por ser una de las mayores fuentes de recuerdos de mi vida, por lo que quería "traerle" a mi blog, para felicitarle.

Puedo decir con orgullo que somos amigos desde pequeños, y que lo seremos siempre, aunque a veces nos olvidemos totalmente el uno del otro. Pero es Alberto, y soy Diana, y juntos siempre somos felices, hasta en los peores momentos.

Hoy cuando le he llamado y me ha contado su última peripecia se me ha volcado el corazón. El pasado lunes tuve un accidente en La Vera, en Cáceres, una caída por un barranco de más de 15 metros. Y milagrosamente no le pasó nada. Un golpe fuerte, un susto tremendo y un espectacular rescate por parte de los bomberos.

El niño de los golpes, el mayor pupas que nunca he conocido. Y en el golpe más grande se levanta sin un rasguño apenas.

Supongo que por eso, porque no le ha pasado nada, tengo que estar inmensamente feliz, porque hoy puede celebrar su 33 cumpleaños.

Felicidades Alberto, feliz cumpleaños, hermanito.

Ida y vuelta

Ida y vuelta

Ya estoy en Málaga. Paso agridulce por Madrid. Comparto lo dulce, dulcísimo, que fue por fin conocer a la pequeña I., la alegría de la casa de mis primos L. y S. Merecían un ángel como esta niña, a la que dan ganas de comerse a besos.

Lo agrio no lo quiero compartir esta vez. Me asola, me asusta, me crea una duda tremenda.

Adoro Madrid, cada vez más. Necesito a mi madre y a mi hermano como nunca, y sin embargo este finde me ha dolido mucho.

Duele Madrid, duele la distancia. Esta vez sí...

P.D.: la foto es producción propia, o de D., no sé quién la hizo. Agosto, Yangshuo, un paraíso en el que me encantaría volver a perderme.

Sin noticias de Gurb

Sin noticias de Gurb

Eduardo Mendoza hizo una obra excepcional, con un éxito mayor del esperado, y que yo llevaba años queriendo leerme.

Lo he hecho entre ayer y hoy. Y es que "Sin noticias de Gurb" te atrapa, te hace sonreír e incluso te hace reír a carcajada limpia. ¿Y qué hay más genial que una carcajada que te sale de dentro?

Llevaba, como decía, años queriendo coger este libro y leérmelo. Siempre recordaré a mi añorado y desaparecido D., uno de los mejores amigos que nunca tuve, hablándome de lo que se reía con esta obra. Entre la nostalgia ochentera del viernes noche y la lectura de este libro ha sido un fin de semana redondo en cuanto a recuerdos. Sí, he pensado mucho en este amigo D. del que os hablo. En la cantidad de fines de semana juntos que pasábamos en Las Rozas, con R.; en nuestras charlas y nuestras partidas a Commandos (jaja, en las que siempre jugaba él y yo miraba), en sus abrazos y en la falta de palabras que nos perdió al final. Y me acuerdo tanto de él. Cómo me hablaba de sus visitas a Málaga, a visitar a la familia por parte de padre, y ahora soy yo la que vive aquí.

Nuestros paseos en Hoyo, nuestros viajes en coche, y el inolvidable viaje a Asturias. El último viaje de ese trío extraño que tanto nos queríamos y del que sólo quedan fotos, recuerdos y el "Beautiful day" de U2. De los conciertos de Manolo García (ese en el que diluvió, un septiembre en Las Ventas), de tantas y tantas cosas.

Porque D. fue una persona especial. Y me entristece tanto pensar que ya no existe nada entre nosotros más que silencio que ayudo más a ello no hablando nunca con nadie de él. Ni siquiera llegó a conocer a D., y sé que se caerían de maravilla. Porque este D. es una persona excepcional.

En fin, que la culpa ha sido de Eduardo Mendoza, porque me ha recordado a todas esas recomendaciones que D. me hacía sobre este libro. Sí, tenías razón, merece mucho la pena pasar unas horas sumergida en la literatura fresca y el retrato sarcástico de Mendoza. Aunque luego lo que quede sea otra vez esta nostalgia que me ha invadido el fin de semana...

Al menos el Málaga ha ganado, y D. ya ha vuelto a casa.

Nostalgia ochentera



Una costumbre que estoy tomando, aunque sé que no os gustará a muchos de vosotros, es la de escuchar cada noche al regresar del trabajo Cadena Dial.

Y hoy ha sonado una canción que ha provocado en mí un efecto curioso, de la máxima euforia, a la nostalgia más tremenda, poniéndome una vez más al borde de las lágrimas. La canción era "El mundo tras el cristal", y el grupo La Guardia.

Y he pensado en todas esas canciones que me movían, que metían en mi cabeza ideas, sueños, vida, y que me han moldeado en cierto modo a lo que soy hoy.

He crecido con la música pop española. Por influencia de mi hermano me he movido durante años entre Los Secretos, Duncan Dhu, La Guardia, Hombres G, Modestia Aparte, La Granja, Tam Tam Go, Danza Invisible, y tantos y tantos del estilo.

Y tengo todas sus canciones metidas en mí, sus letras salen fáciles cuando oigo una sola nota de la canción. Y también todos los recuerdos atados a ellas.

Fui desde siempre una persona solitaria. Encerrada en mi cuarto, con mis libros y mis canciones, dibujaba mi mundo, sin coger un lapicero. Oía una y otra vez la misma melodía, para acabar emocionándome para bien o para mal, como esta noche.

Empecé con euforia, y me he venido abajo. Pensando en cada persona con la que compartía los berridos (porque cantar nunca fue lo mío) en bares y conciertos. Acordándome de nuestras promesas y de nuestras ilusiones, muchas rotas, prácticamente todas.

Me he sentido un poco sola, porque a día de hoy -exceptuando a mi hermano- apenas puedo compartir esta música con nadie. Y hoy ni siquiera puedo compartir la cena con nadie. Y esto último lo veía hasta positivo, porque D. está en Zaragoza, haciéndose mayor ;), y yo anhelaba un fin de semana de soledad.

Pero me he venido abajo. Y quiero seguir escuchando sin parar esta canción. Una canción marcada de recuerdos de mi pasado, teñida de adioses, de amigos a los que extraño y que no creo que vuelvan. Nostalgia ochentera, maldita nostalgia ochentera.

"Cartas en el cajón y ninguna es de amor
nunca un príncipe azul por tu vida pasó
ves las horas marchar frente al televisor
el teléfono está dormido en algún rincón

Ese disco que da vueltas sin descansar,
esa música que no podrás olvidar,
no podrás olvidar

Háblame de tu oscura habitación
de tus noches sin dormir, de tu calor,
llámame y a tu lado yo estaré,
no me preguntes quién soy, pues no lo sé

Sabes que algo va mal y no quieres hablar
te conformas con ver el mundo tras el cristal

Ese disco que da vueltas sin descansar,
esa música que no podrás olvidar,
no podrás olvidar

Háblame de tu oscura habitación
de tus noches sin dormir, de tu calor,
llámame y a tu lado yo estaré,
no me preguntes quién soy, pues no lo sé"

Porque yo lo digo

Alucinando me encuentro.

Con motivo del centenario del nacimiento del artista malagueño Miguel de Molina se quieren realizar una serie de actos. Perfecto y lógico.

Entre esos actos está el de la repatriación de sus restos mortales. Miguel de Molina se exilió y vivió y murió en Argentina. Ahí fue enterrado, en su capital, Buenos Aires.

La Diputación de Málaga ha decidido que un buen homenaje sería repatriarle. Bien hasta aquí. Una idea como otra cualquiera.

Leo esta noticia y me asombro: http://www.laopiniondemalaga.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008092400_11_207166__LUCES-DE-MALAGA-hermana-Miguel-Molina-paraliza-repatriacion

Resulta que la hermana de Miguel de Molina se niega a la repatriación porque dice que el artista nunca habló de ello y que no fue bien tratado en España (recordad que uno de los motivos para irse fue que al ser homosexual era duramente perseguido).

Mi pregunta es: si la familia cercana al artista se niega de forma taxativa, ¿por qué y quién es la diputada provincial de Cultura, Susana Radío, para decir que estudiarán otras opciones de no recibir la autorización de los familiares argentinos?

Es decir, si la familia dice que no, es no, y punto. No hay otras opciones.

Vale que sea malagueño de nacimiento y que ahora quieran aprovechar eso para dar lustre a una ciudad abandonada culturalmente, pero señora Susana Radío o como se llame, deje de luchar por algo que ya parece imposible y que es la voluntad de sus familiares y céntrese en traerme algún concierto o acto cultural que me hagan pensar que esta ciudad merece ser capital de la cultura.

Hasta el gorro de políticos y similares. Hasta el gorro y más allá.

Contrastes

Contrastes

En un lugar hay riadas que se llevan por delante la vida de personas, y en otro el meteorólogo anuncia lluvias que no han llegado.

El agua no cae aquí. No hay lluvia, no hay esperanzas para acabar con esta sequía (al margen de que los gobernantes no sean capaces de solucionar nada, al menos lo que está en sus manos).

Es la vida, llena siempre de contrastes, aventuras y sorpresas.

La vida que a veces se tiñe de aburrimiento y en unos minutos te pone a tope de adrenalina, para que compenses, para que el ying y el yang tengan su razón de ser.

Hoy brilla el sol, y ayer también lo hizo, y antes de ayer lo mismo. Y eso que iba a llover. Ya no puedes confiar en nadie. Quizás ni en ti mismo.

Ha empezado Gran Hermano 10, y quienes me conocen saben que soy fan de este tipo de concursos. Sí, así soy yo. Como la vida misma, llena de contrastes, aventuras y sorpresas, jaja.

Buena semana para todos. Yo lucharé para que la mía también lo sea: lo necesito.